Han tenido que pasar más de 20 años, pero los representantes de los gobiernos en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra han llegado por fin a un acuerdo para frenar las perjudiciales subvenciones a la pesca que están comprometiendo las poblaciones de peces y dañando el medioambiente marino.
Es la primera vez que los 164 miembros de la OMC llegan a un acuerdo con “la sostenibilidad medioambiental en el centro”, dijo la Directora General de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, en su discurso de clausura. “También se trata de los medios de vida de los 260 millones de personas que dependen directa o indirectamente de la pesca marina”, añadió.
El acuerdo prohíbe las subvenciones a los buques y operadores dedicados a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), y pone freno a la financiación que apoya la explotación de poblaciones ya sobreexplotadas. También prohíbe las subvenciones a la pesca en alta mar -zonas más allá de las aguas nacionales- si las operaciones quedan fuera de la jurisdicción de una organización regional de ordenación pesquera (OROP).
¿Qué son las OROP?
Las organizaciones regionales de gestión pesquera son organismos internacionales formados por países con intereses pesqueros en una zona geográfica o en una especie altamente migratoria, como el atún. Pueden establecer medidas de conservación y gestión en alta mar, más allá de las zonas económicas exclusivas (ZEE) de cada país.
Sin embargo, para llegar a un consenso, los países aplazaron temas en los que resultó difícil llegar a un acuerdo. Las negociaciones sobre el objetivo de eliminar las subvenciones que contribuyen a la sobrepesca y el exceso de capacidad -la capacidad de una flota para capturar más pescado del que es sostenible- se reabrirán en la próxima reunión ministerial de la OMC, que probablemente tendrá lugar en 2023.
El tratado crea una norma internacional de transparencia al obligar a los gobiernos a hacer públicos los detalles de las subvenciones concedidas a sus flotas y operadores pesqueros. También se crea un Comité de Subvenciones Pesqueras, que tendrá que reunirse al menos dos veces al año para revisar la información presentada por los gobiernos.
“Lo que tenemos en términos de acuerdo es un paso realmente positivo. Es todo un logro que 164 miembros se pongan de acuerdo en tomar medidas vinculantes para las subvenciones a la pesca”, dijo Isabel Jarrett, directora del proyecto de Pew Charitable Trusts para acabar con las subvenciones pesqueras perjudiciales. “Esto también posiciona a la OMC para asumir los retos del siglo XXI”.
¿Qué se ha acordado?
Algunas de las disposiciones clave del Acuerdo de la OMC sobre subvenciones a la pesca son las siguientes:
- Artículo 3 Los miembros de la OMC no pueden conceder ni mantener subvenciones a los buques y operadores que realicen actividades de pesca INDNR; los países menos adelantados (PMA) tienen una exención de dos años para aplicar esta medida en su zona económica exclusiva (ZEE);
- Artículo 4 Se prohíben las subvenciones destinadas a las poblaciones sobreexplotadas, pero un Estado “podrá conceder o mantener subvenciones si dichas subvenciones u otras medidas se aplican para reconstituir la población hasta un nivel biológicamente sostenible”;
- Artículo 5 Los miembros de la OMC no concederán ni mantendrán subvenciones para la pesca o las actividades relacionadas con la pesca en alta mar o fuera de la competencia de una OROP, y actuarán con moderación al considerar las subvenciones para las poblaciones de peces cuya situación se desconoce;
- Artículo 7 Se establece un mecanismo de financiación voluntaria de la OMC para proporcionar asistencia técnica y creación de capacidad a los países en desarrollo;
- Artículo 8 Los miembros de la OMC reforzarán y mejorarán la transparencia y la notificación de las subvenciones a la pesca, lo que incluye el suministro de listas anuales de buques y operadores identificados como implicados en la pesca INDNR;
- Artículo 9 Se crea un Comité de Pesca de la OMC, que se reunirá al menos dos veces al año para examinar y mejorar la aplicación del Acuerdo.
El alcance del problema
Las negociaciones sobre la pesca en la OMC comenzaron en 2001. En los últimos años, las conversaciones han cobrado un nuevo impulso, debido en parte a la adopción por parte de los Estados miembros de la ONU en 2015 de una meta específica para la regulación de la pesca dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como a las campañas a gran escala de la sociedad civil, como la coalición Stop Funding Overfishing.
“El acuerdo no resuelve todos los problemas, pero su aprobación era esencial”, dijo Rémi Parmentier, director de la consultora medioambiental The Varda Group y asesor de Friends of Ocean Action. “Ahora los gobiernos dejarán de malgastar el dinero en subvenciones perjudiciales y, en cambio, liberarán fondos para una mejor gestión de los recursos pesqueros”.
Las subvenciones calificadas de perjudiciales permiten pescar en lugares cuya explotación no sería rentable de otro modo. Este aumento de la actividad pesquera puede agotar las poblaciones de peces hasta niveles insostenibles y alterar el medioambiente marino, afectando a los medios de vida de las comunidades costeras de todo el mundo.
Los gobiernos gastan cada año unos 35.000 millones de dólares en subvenciones a la pesca, de los cuales 22.000 millones se destinan a subvenciones perjudiciales, según un estudio de 2019. Desde que comenzaron las negociaciones para un acuerdo hace más de dos décadas, los gobiernos han gastado unos 400.000 millones de dólares en subvenciones pesqueras perjudiciales.
La OMC funciona por consenso, lo que significa que cualquiera de los Estados miembros podría bloquear el avance del acuerdo. Este fue inicialmente el caso de India, que pedía que se le permitiera construir su propia infraestructura para la industria pesquera como hicieron los países desarrollados hace décadas. Para los observadores, esto era incompatible con evitar más daños a los ecosistemas marinos. Alrededor del 60% de las poblaciones de peces evaluadas están ya plenamente explotadas y más del 30% están sobreexplotadas.
Antes del acuerdo, el ministro de Comercio chino, Wang Wentao, indicó el apoyo de su país a un acuerdo, hacia el que había expresado anteriormente sus reservas. “China ha participado de forma constructiva en las negociaciones sobre las subvenciones a la pesca y apoya un pronto acuerdo para aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”, dijo Wang.
El acuerdo incluye una serie de beneficios para los países en desarrollo, que quedan exentos durante dos años de la prohibición de las subvenciones a la pesca INDNR, por ejemplo. También se creó un mecanismo de financiación para apoyar la aplicación en estos países, con 5 millones de dólares ya comprometidos por los países desarrollados, y un objetivo final de 20 millones.
Daniel Skerritt, analista de Oceana, describió el acuerdo como un “momento importante para la sostenibilidad de las poblaciones de peces”, pero dijo que esto no es el final del camino. “No vamos a dar crédito a los gobiernos por decir que lo harán mejor. Ahora tenemos que ver que realmente ocurre. Mientras tanto, contendré la respiración”, añadió.
El camino a seguir
Aunque ahora hay un acuerdo, todavía queda mucho trabajo por delante, según los expertos. Dos tercios de los países miembros de la OMC tendrán que ratificar el acuerdo para que entre en vigor. Esto podría requerir la aprobación del parlamento, dependiendo de las normas de cada país.
Mientras tanto, los gobiernos seguirán intentando llegar a un consenso sobre las cuestiones pendientes del acuerdo, incluidas la sobrepesca y el exceso de capacidad, a tiempo para la próxima conferencia ministerial, la MC13, que probablemente se celebrará el año que viene.
Los observadores creen que la aplicación del acuerdo resultará difícil debido a la falta de datos sobre el rendimiento de la pesca en muchas partes del océano. Rashid Sumalia, experto en economía pesquera de la Universidad de British Columbia, dijo que “el verdadero trabajo acaba de empezar”, y que los países “simplemente no tienen los datos necesarios” para la aplicación.
La vida oceánica no puede esperar otros 20 años a que el acuerdo entre en vigor
Para Steve Trent, director general de la Fundación para la Justicia Medioambiental, cualquier ley o reglamento es tan bueno como su aplicación y cumplimiento. “Seríamos tontos si asumiéramos que todos los países van a aplicar esto con la misma energía. No se trata de falta de ambición, sino de que algunos carecen de los recursos y la capacidad para hacerlo”, añadió.
Peter Thomson, Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para los Océanos, coincidió: “Este acuerdo para acabar con las perjudiciales subvenciones a la pesca ha tardado más de 20 años en gestarse, y aplaudimos a la OMC, a su Director General y a sus miembros por haber alcanzado un acuerdo significativo. Pero la vida oceánica no puede esperar otros 20 años a que el acuerdo entre en vigor. Pido a todos los miembros de la OMC que aceleren su proceso de ratificación para que este acuerdo entre en vigor a más tardar en la próxima Conferencia Ministerial de la OMC”.
El acuerdo en la OMC llega en medio de un año con una agenda repleta para los océanos. Esta semana, gobiernos y observadores se reúnen en Lisboa para la segunda Conferencia de la ONU sobre los Océanos, retrasada por la pandemia del Covid-19. Y en agosto, los delegados se reunirán en Nueva York para tratar de sellar un Tratado de Alta Mar, también conocido como Tratado BBNJ.
“El éxito parcial en la OMC ayudará a mantener la atención en los océanos durante el resto del año”, dijo Pepe Clarke, Jefe de Práctica de Océanos de WWF. “El futuro de los océanos depende de que resolvamos cuestiones clave de gobernanza para la pesca y la vida marina. El fracaso total de la OMC habría sido perjudicial”.