Mejor tarjeta de visitas, imposible: el estadio del Maracanã, ubicado em la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil, durante la realización de la Copa del Mundo de Fútbol de 2014. Fue así que se presentó ante el mundo la empresa china de energia solar Yingli Green, encargada de iluminar el escenario de cierre del Mundial y que ahora será sede de la apertura y cierre de los Juegos Olímpicos de 2016. La empresa tuvo a su cargo la provisión de 1.552 módulos solares para el estadio y además patrocinó el evento. Las placas solares generan 390 kilowatt (KW) de energía limpia para el Maracanã. De este modo, dejan de emitirse 2.560 toneladas de dióxido de carbono (CO²) hacia la atmosfera. “Nos proponemos como meta reducir las emisiones de dióxido de carbono y realizar una Olimpiada con una reducción en los niveles de carbono, aportando un legado verde para Brasil”, dijo recientemente Tania Braga, miembro del Comité Director de Sostenibilidad, Accesibilidad y Legalidad, Río 2016. Ahora, Yingli Green está recogiendo los frutos que plantó. Fue contratada para proveer la microgeneración, em especial para proyectos de la startup brasilera SolarGrid. El proyecto consta de la instalación de 200 paneles hasta finales de este año. Pero no se trata de la única empresa china que entra en el mercado brasilero. Jinko Solar también está negociando con enprendedores. Ambas aprovechan el buen momento del mercado, ya que el país está atravesando una crisis energética cuyo resultado ha sido um alza en las tarifas, y corre el riesgo de tener que racionar la energía. Para el sector,la cuestión de la generación de energía solar es vista como una importante oportunidad para reducir los impactos de dicho escenario. Según Rodrigo Lopes Sauaia, presidente de la Absolar, uma asociación que representa a las empresas del segmento, la energia solar es una fuente complementaria que podría reducir los efectos generados por la crisis durante el período de estiaje, especialmente en el Noreste de Brasil. “Se trata de un nuevo potencial para calentar las economias a nivel nacional y local, además de atraer uma cadena productiva hacia la región”, opina. Atento al problema, el gobierno ya se mobilizó para aumentar la oferta energética, reconociendo que el actual es un momento favorable para la energía solar. Según Eduardo Braga, ministro de Minas y Energía, el país iniciará um proyecto piloto de instalación de placas solares colocadas en flotadores ubicados em una parte del reservorio de la usina hidroeléctrica de Balbina, en el Amazonas, al norte del país, que es conocida por la gran superficie que inunda (más de dos mil kilómetros cuadrados), en relación a su potencia instalada, que es de 250 MW. Según Braga, el proyecto solar tendrá la capacidad de producir 350 MW. Braga declaró que según un estudio realizado por su ministerio, el uso del 10% de la superficie total de los reservorios del Sudeste brasilero representa un potencial de aproximadamente 15 mil MW, mayor que el de Belo Monte, la central hidroeléctrica de 11.233 MW que se está construyendo al Norte del país. El año pasado, la primera licitación de energía a la cual se presentaron empresas proveedoras de energía solar fueron contratadas 31 centrales, que correspondieron a 1 mil MW pico (unidad de medida específica para la generación de energía solar) de capacidad instalada. En 2013, la consultora norteamericana IHS Solarbuzz estimó que en ese momento había más de 6 mil MWp registrados en agencias reguladoras y departamentos estatales de energía en América Latina. De ese total, Chile encabezaba el grupo, con aproximadamente la mitad del valor, con empresas interesadas en el Desierto de Atacama, uno de los lugares de mayor rendimiento en lo que respecta a la generación de energía solar fotovoltaica. El gran interés que experimenta el gobierno en la generación de energía solar tiene que ver com la caida del precio de la generación, que era de 320 dólares estadounidenses por megawatt-hora (MWh) en 2009, y cayó a uma media de 150 dólares estadounidenses en 2012, com uma tendencia a la baja que se mantuvo durante los anos siguientes, com precios que rondaron los 100 dólares estadounidenses. Según datos recientes, el total de la superficie instalada de receptores solares en Brasil llegó a los 9,8 millones de metros cuadrados en 2013. En Brasil, el sector se está moviendo para expandir la microgeneración, especialmente para todo lo relativo al calentamiento de agua. Amaurício Gomes Lúcio, vicepresidente de Relaciones Institucionales de Abrava, la entidad que representa a las empresas del sector de la energía solar para el calentamiento de agua, recuerda que un programa oficial de uso racional de energía (conocido como Procel), estima que un 7% de toda la energía electrica que se consume en el país se utiliza para encender duchadores eléctricos.