Desde que pasaron a circular por las calles del centro de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, los nuevos trenes eléctricos, que se encuentran todavía en fase de implantación, sólo funcionan llenos. Considerado como el medio de transporte más moderno de Río, el tren ligero, llamado VLT (en portugués, Veículo Leve sobre Trilho o Vehículo Liviano sobre Rieles), por el momento transporta pasajeros gratis a través de ocho estaciones. Hasta la realización de las Olimpíadas, que se llevarán a cabo del 5 al 21 de agosto, el trayecto se extenderá a otros 7,7 km entre el aeropuerto doméstico de Santos Dumont y la terminal de ómnibus de larga distancia Novo Rio. El trazado, de 14 estaciones, fue todo lo que salió de un proyecto que preveía seis líneas diferentes y que se debería haber concluido en 2016. Aún así, la alteración de aquel plan inicial no habría cambiado las premisas originales, afirma la Secretaría Especial de Concesiones y Alianzas Público-Privadas (Secpar). “La configuración actual mantuvo los 28 km de vías, con una distancia media entre estaciones de 400 metros e intervalos que van de tres a quince minutos”, respondió la Secpar, a través de una circular, a Diálogo Chino. La segunda etapa del VLT sólo funcionará posteriormente a la Río 2016: sale de la estación Gamboa, pasa por debajo del Morro de la Previdência y llega a la Praça Quinze. Con respecto a la etapa tres, que incluye tres nuevas paradas en la Avenida Marechal Floriano, debería comenzar recién en 2017. Según la Secpar, la implementación de todo el sistema posee un costo estimado de USD 350 millones. “Claramente hay muchas críticas hacia dicha área de movilidad, pero el desafío olímpico ha traído avances”, analiza Ronaldo Balassiano, miembro del Programa de Ingeniería en Tránsito de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). “Hemos dejado atrás una etapa de más de 40 años en la cual no hubo inversiones en el sector del transporte colectivo”, señala. La obligación de buscar alternativas para mejorar la movilidad de una de las ciudades con más problemas de tránsito del país se debió a demandas del mismo Comité Olímpico Internacional (COI), que exigió que Río tuviera capacidad de transportar una mayor demanda de pasajeros durante la competencia. Se tomó la decisión de invertir en los ómnibus, más específicamente en el Bus Rapid Transport (BRT), un sistema que posee corredores rápidos para ómnibus. “La ciudad no hubiera tenido tiempo ni recursos para construir líneas de subterráneo”, opina Balassiano. La zona oeste de la ciudad, que concentra una porción considerable de la población y carece de un sistema de subterráneos, ganó dos líneas de BRT. A pocos días de iniciar los juegos, se inauguró un corredor expreso de 26 km de extensión, comunicando ambos Parques Olímpicos, donde se realizarán una gran parte de las competiciones. La expectativa es que la llamada TransOlímpica transporte 70 mil personas en el momento de comenzar a operar: cuando inicien los juegos. La población tendrá que esperar un poco para utilizar el servicio: inicialmente, el BRT solamente transportará atletas y espectadores. Lo mismo sucederá con la llamada Línea 4 del subterráneo, que quedará lista apenas cuatro días antes del comienzo de los juegos. Los 15 trenes comprados para esta línea ya están circulando durante la noche, en etapa de prueba y entrenamiento, en los tramos que están listos. El resto de la obra se terminará a partir de la liberación de emergencia de casi mil millones de dólares realizada por el gobierno federal para la concreción de los últimos preparativos de las Olimpíadas. Solamente atletas y espectadores que posean entradas podrán utilizar esa línea durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. En una entrevista concedida a la prensa extranjera, Leonardo Picciani, ministro de Deportes de Brasil, afirmó que, aunque el subterráneo es responsabilidad del gobierno estadual, no duda de que estará funcionando durante los juegos. “Evidentemente, el subte sólo será liberado con posterioridad a la realización de todas las pruebas necesarias”, enfatizó el ministro al ser cuestionado sobre si sería seguro utilizar ese medio de transporte ya que su inauguración sólo está prevista para una fecha muy cercana a la del comienzo del evento. Según evalúa Balassiano, a pesar de que las líneas de ómnibus hayan sido pensadas en primera instancia para transportar turistas y espectadores de las Olimpiadas, éstas terminarán beneficiando a la población de bajos ingresos, que se ve obligada a viajar en el transporte público durante horas y en pésimas condiciones. “Existía una demanda muy grande, tanto es que los BRT circulan abarrotados”. Según Rafael Picciani, secretario ejecutivo de Coordinación de Gobierno, la ciudad además ganará una extensión del subte que llegará hasta la Barra da Tijuca, una zona de clase media de la zona Oeste cercana a los polos deportivos. “Eso pondrá a disposición del ciudadano carioca una nueva red de transportes, y puedo asegurarle que ésta funcionará bien en los Juegos y todavía mejor cuando finalicen las Olimpiadas“, respondió Picciani a la pregunta de Diálogo Chino. En la opinión de especialistas del área de movilidad, la integración de las modalidades de transporte todavía es tabú en las ciudades brasileñas. En el caso de Río de Janeiro, tanto la integración tarifaria cuanto física todavía son deficitarias, opina Balassiano. “Se debe operar en forma más integrada en trenes, barcas, tren ligero, ómnibus y bicicletas comunitarias. Hoy en día, ninguna gran ciudad del mundo puede soportar un número excesivo de automóviles”, critica el profesor de la carrera de Ingeniería de Tránsito. Con respecto a la expansión de los carriles para bicicletas, los actuales 440 km deben llegar a 450 hacia el fin de año, garantiza la Secretaría del Medio Ambiente. Todavía no existe una previsión en relación a las obras de reparación del tramo que cayó en la Avenida Niemeyer, matando a dos personas. “La alcaldía acató inmediatamente la medida cautelar de la Justicia Federal que suspendía las obras de reconstrucción”, informó la Secretaría de Obras. Sin embargo, el organismo apelará y presentará toda la información requerida, completó. A pesar del triste acontecimiento que enlutó los preparativos, Picciani defiende que los objetivos de los Juegos se están logrando. “Lo más importante es el legado que recibirá la población y la oportunidad de utilizar los nuevos equipamientos durante y después de ellos”. Balassiano está de acuerdo en que el legado es importante pero las inversiones en movilidad no pueden detenerse. “No se puede esperar 40 años más. Las inversiones que fueron apalancadas a partir de los Juegos deben continuar”, alerta.