La cumbre climática de la ONU, realizada entre el 7 y el 18 de noviembre, finalizó en las primeras horas del 19 de noviembre con un ajustado calendario sobre cómo implementar el Acuerdo de Cambio Climático de París, pero sin un acuerdo sobre cuánto dinero deberán pagar los países ricos, a los efectos de este propósito y cuándo lo harán. Los gobiernos fijaron como plazo el año 2018 para completar el reglamento y poner en práctica el Acuerdo de París.
La cumbre de Marrakech de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) vislumbró una serie de iniciativas para avanzar hacia una economía más verde y para impulsar temas como el agua y la seguridad alimentaria en un mundo más vulnerable a las sequías, las inundaciones, las tormentas y otros impactos propios del cambio climático.
La mayoría de las iniciativas se realizaron a través de proyectos bilaterales o de grupos de países entre naciones desarrolladas y en desarrollo, gobiernos estatales y municipales, el Banco Mundial y sus asociados, o empresas privadas, – todo ello fuera del control de la CMNUCC, un movimiento que está preocupando a muchas naciones pobres.
Avances en otros frentes
Hubo avances en otros frentes. Canadá, Alemania, México y Estados Unidos anunciaron sus estrategias climáticas para el 2050. En el caso de los Estados Unidos, este plan se concretó a pesar de la amenaza del presidente electo Donald Trump de retirar a su país del Acuerdo de París.
Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la CMNUCC, dijo tras la conclusión: “El Acuerdo de París marcó el rumbo para la acción climática mundial. Aquí en Marrakech, los gobiernos subrayaron que ahora esto ya es urgente, irreversible e imparable”. La Proclamación de Acción de Marrakech destacó esto.
A pesar de los avances logrados en otros frentes, el tema de las finanzas no pudo ser resuelto, aunque retrasó el final de la cumbre por horas y mantuvo a los delegados de más de 190 países discutiendo en los fríos pasillos del lugar hasta bien pasada la medianoche.
Después de la conclusión, Salaheddine Mezouar, ministra de Asuntos Exteriores de Marruecos y presidenta de la conferencia, dijo: “Será necesario respetar el compromiso asumido en USD 100.000 millones desde ahora y hasta el 2020. Enfrentando la magnitud que implica hacer frente a los impactos del cambio climático, convertir billones en trillones es indispensable. El 2017 debe ser el año de los proyectos a gran escala, de la movilización de financiamiento y del acceso a facilidades financieras que serán necesarias para la adaptación”.
La amenaza de un gobierno de los Estados Unidos con Donald Trump retirándose del Acuerdo de París, unió como nunca antes y en la mayoría de los asuntos a los negociadores del clima de los países desarrollados y en desarrollo, excepto en el controvertido tema de las finanzas. Las conversaciones se estancaron al discutirse si el Fondo de Adaptación – creado en el marco del Protocolo de Kyoto para ayudar a los países pobres a hacer frente a los impactos del cambio climático – continuaría después del protocolo que expira en 2020. Cuatro países desarrollados se comprometieron a aportar 81 millones de dólares para mantener el fondo funcionando como hasta ahora, pero su futuro más allá del 2020 sigue siendo incierto.
Anil Madhav Dave, Ministro de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático de la India, dijo que esperaba que la sección sobre las finanzas fuera “transparente, clara y recta. Por recta, quiero decir, que más adelante no se empiecen a añadir cosas”. Dave dijo que debería haber existido un mayor compromiso con la acción climática tanto a partir de ahora como hasta el año 2020, pero en términos generales consideró que la cumbre había seguido “su camino a pesar de algunos intentos por descarrilarla”.
Ante la reiterada consulta sobre la posible reacción de la India si Donald Trump retirara a su país del Acuerdo de París, Dave solamente dijo: “Tenemos que seguir adelante con la implementación del acuerdo. Ya tenemos más del 95% de las leyes necesarias para hacerlo”.
Impasse sobre las finanzas
Los activistas por el clima también expresaron su decepción por el estancamiento en el tema de las finanzas. Sanjay Vashist, Director de la Red Acción del Clima de Asia del Sur, dio la bienvenida a “los progresos realizados en los frentes técnicos”, pero expresó su decepción ante la “ausencia del sentido de urgencia mostrado por los países desarrollados en el cumplimiento de sus promesas de aportar el financiamiento necesario a los países en desarrollo para hacer frente a los impactos incesantes del cambio climático.”
“Al final de estas dos semanas sólo queremos expresar nuestra extrema decepción por el hecho de que no se hayan presentado avances claros y concretos a las promesas de financiación climática por parte de los gobiernos de los países desarrollados”, dijo Lidy Nacpil, del Movimiento de los Pueblos Asiáticos sobre Deuda y Desarrollo. “La participación del sector privado no constituye un sustituto de las finanzas públicas … En Marrakech, todos los países desarrollados intentaron evadir y posponer sus responsabilidades, insistiendo en métodos altamente cuestionables para calcular sus contribuciones financieras y enmascarar la pobre realidad”.
Asad Rehman, de Amigos de la Tierra, dijo: “La ciencia es clara, sólo tenemos tres años antes de que el objetivo del Acuerdo de París de 1,5 (grados Celsius como tope máximo) esté fuera de nuestro alcance. Las promesas colocadas sobre la mesa para estos próximos tres años no alcanzarán este objetivo.”
Acción jurídicamente vinculante
El tema de la acción climática legalmente vinculante para las naciones ricas a partir de ahora y hasta el 2020, también se mantuvo en gran medida sin resolución a pesar de las dos largas rondas en el marco de un “diálogo facilitador “convocado para este fin. La mayoría de los países desarrollados no han ratificado la enmienda de 2012 al Protocolo de Kyoto y por lo tanto, las promesas contenidas bajo el protocolo ya no tienen vigor legal. India convocó a todos los países desarrollados a ratificar la enmienda para el próximo mes de abril, pero no hubo respuesta.
Sin embargo, uno de los logros de la cumbre de Marrakech fue mantener el progreso en otros frentes, a pesar del estancamiento sobre las finanzas y otros temas claves. Al Centro y Red de Tecnología Climática, que apoya a los países en desarrollo con tecnología climática, desarrollo y transferencia, le fueron prometidos más de USD 23 millones.
El Fondo Verde para el Clima (GCF) anunció la aprobación de las dos primeras propuestas para la formulación de planes nacionales de adaptación. Nepal recibirá USD 2,9 millones para este propósito, y Liberia USD 2,2 millones. El mecanismo de la CMNUCC acerca de cómo estimar las pérdidas y daños, que ya se producen debido al cambio climático, pudo sobrevivir a pesar de los ataques recibidos durante la cumbre de Marrakech. Ahora tiene un nuevo plan de trabajo por cinco años.
En esta cumbre se lanzó un Marco Mundial sobre la Escasez de Agua para apoyar a los países en la integración del cambio climático y para el uso sostenible del agua en la agricultura. Sin embargo, el estancamiento sobre cómo abordar el tema de la agricultura en las negociaciones sobre el clima, es una cuestión que sigue sin resolverse. Todavía, las naciones ricas sólo están interesadas en hablar sobre las emisiones de metano del sector lácteo y de los arrozales, mientras que las naciones pobres hablan sobre la necesidad monetaria para ayudar a los agricultores que se están recuperando de los impactos del cambio climático.
Expresando su descontento por la falta de resolución en este tema, Mezouar espera que se resuelva en la próxima cumbre, prevista para finales de 2017.
Los países vulnerables toman ventaja
Mientras tanto, en el último día de la Cumbre de Marrakech, 47 países que conformaron el Foro Vulnerable sobre el Clima (CVF) se comprometieron a actualizar sus contribuciones nacionales lo antes posible para combatir el cambio climático, antes de 2020; preparándose para mediados de siglo a partir de estrategias de desarrollo de largo plazo sobre las emisiones de gases el efecto invernadero (GEI) lo más pronto posible antes de 2020; y además, esforzarse para cumplir con el 100% de la producción nacional de energía renovable lo más rápido posible.
Haciendo uso de la palabra, Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos, dijo: “Estos ambiciosos e inspiradores compromisos muestran el camino para todos los demás y nos otorgan un renovado optimismo de que vamos a enfrentar el reto que tenemos ante nosotros y poder cumplirlo a tiempo”. Christiana Figueres, ex Secretaria Ejecutiva de la UNFCCC, dijo: “Nuestro objetivo debe ser doblar la curva de emisiones para el 2020 y así, limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados Celsius y facilitar una transición ordenada y justa. Para ello debemos acelerar el movimiento de capitales y promover la colaboración radical entre todas las partes interesadas”.
Dipal Barua de la ONG llamada 100% RE dijo: “Bangladesh ha demostrado cómo la energía renovable aborda la pobreza energética. Con el compromiso actual de avanzar en un 100% a la energía renovable a nivel nacional, el gobierno en coalición con los países más vulnerables podrá construir a partir de este éxito y le permite a las generaciones futuras una vida decente en este planeta”.
Rachel Kyte, Directora Ejecutiva y Representante Especial de la Secretaría General de la ONU para Energía Sostenible para Todos, dijo: “Estos países vulnerables, en todas sus etapas del desarrollo, envían señales claras de que están avanzando e involucrándose con el desafío de construir economías limpias, resilientes e inclusivas”.
Jennifer Morgan, Directora Ejecutiva de Greenpeace Internacional, dijo: “Este compromiso de 47 países en la primera línea del cambio climático muestra liderazgo y visión, justamente lo que todos necesitamos”.
Ese artículo se publicó primero en chinadialogue.net