Si se mencionan los impactos del cambio climático, algunos pensarán que los estados de las islas del Pacífico desaparecerán bajo el agua ante el deshielo de los glaciares, o que se producirá un apocalipsis global tal como el que se muestra en la película de Hollywood “El día después de mañana”. Los más moderados pueden considerar las recientes discusiones sobre el Acuerdo de París en Polonia. Muy pocos pensarían sobre los cambios necesarios en lo que cultivamos y comemos. Mucho menos pensarían acerca del vino.
Las condiciones ambientales son cruciales para toda la agricultura, pero particularmente para la elaboración del vino. La temperatura, la luz solar y las precipitaciones inciden sobre la calidad de la uva. Sin embargo, como el cambio climático afecta a la industria nivel mundial, el norte de China podría beneficiarse.
Los viñedos se dirigen hacia el norte de China
Los chinos urbanos, especialmente los más jóvenes, beben vino en cantidades cada vez mayores. Tanto los vinos importados como los de cosecha propia están ganando popularidad.
De hecho, el consumo de vino está creciendo más rápido en China que en cualquier otro lugar en el mundo. A partir del 2017, China ocupó el séptimo lugar como productor de vinos, el quinto como el mayor mercado de vinos y el segundo como productor de uvas.
Existe un gran potencial para el desarrollo de la producción de vino en el norte de China
En el 2016, los materiales didácticos producidos por el International Sommelier Guild cubrieron por primera vez las regiones vinícolas chinas. Esto incluye los vinos elaborados por la Compañía de Vinos Changyu Pioneer en las provincias orientales de Yantai, Shandong y Shihezi, Xinjiang. En el 2013, el medio The New York Times comentó sobre la industria desarrollada en la provincia de Ningxia, en la frontera con el interior de Mongolia:
“En la árida región montañosa de Ningxia, a unas 550 millas al oeste de Beijing, el gobierno local ha reclamado extensiones desérticas, las ha irrigado abundantemente, las ha sembrado con cabernet sauvignon y merlot y ha iniciado una campaña para transformar este escabroso remanso en la respuesta de China a Burdeos”.
A principios de la década de 1950, China plantó 3,200 hectáreas de uvas. Para el 2016 esa área se había expandido a 847,000 hectáreas. Este crecimiento, y el desarrollo de la industria del vino en general, han sido beneficiados por los avances tecnológicos. El cambio climático es otro factor que a menudo pasa desapercibido.
Según el último análisis de la Administración Meteorológica China, las temperaturas promedio en China han aumentado en el último siglo entre los 0,5 y los 0,8 ° C, posibilitando el cultivo de uvas destinadas al vino entre 100 a 160 kilómetros más al norte. Las zonas adecuadas para el cultivo de uva de vino han ido avanzando hacia el noroeste y el noreste de China
La investigación realizada por la Universidad de Agricultura y Bosques del Noroeste (NWAFU, por sus siglas en inglés) exhibe que el calentamiento climático ha reducido las áreas a partir de períodos cortos sin heladas y las bajas temperaturas que restringen el cultivo de uva: “Existe un gran potencial para el desarrollo de la producción de vino en el norte de China”.
Una nueva sensación en la boca
El cambio climático no solo significa que China está produciendo más vino, sino que también está produciendo un vino diferente.
Una investigación adicional realizada por NWAFU explica que el clima es un factor crucial para la calidad de la uva a medida que madura, y también lo es la calidad y la sensación que el vino produce en la boca a partir de esa uva. Las temperaturas más altas significan una maduración y acumulación más rápidas de azúcares, pero menos ácido málico, todos factores que afectan el sabor.
Desde 1951 hasta el 2017, en la mayoría de las 92 regiones vinícolas de China aumentaron las temperaturas durante la temporada de maduración de la uva “Eso significa más ácido glucónico y, por lo tanto, una sensación en la boca más fuerte y gruesa y un mayor contenido de alcohol”.
¿Una reorganización para el vino?
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) ha dicho que si no se toman medidas para detener el cambio climático, las temperaturas globales aumentarán a 5.8 C° para el 2100.
Pero lo que para muchos es una causa grave de preocupación, para algunos es una oportunidad de negocio. Los productoes de vino están prestando atención.
En el 2009, Greenpeace Francia publicó un informe sobre el impacto del cambio climático en la industria del vino y afirmó que si las temperaturas seguían aumentando al nivel de las tasas actuales, la viticultura se desplazaría hacia arriba en unos 1.000 kilómetros, a 60 ° N y 50 ° S. (Actualmente el vino se cultiva entre 35 y 50 ° N y 30 y 45 ° S).
4-5C
El aumento de la temperatura que "cambiaría completamente el mapa mundial del vino"
“Un aumento de 2 – 3°C sería (para la industria del vino) algo manejable. Pero un aumento de 4-5°C cambiaría completamente el mapa mundial del vino “, dijo Bernard Seguin, del Instituto Nacional Francés para la Investigación Agrícola, en una entrevista con la revista Time.
Los expertos predicen que Europa podría vislumbrar como Inglaterra, Polonia y Austria pueden convertirse en las regiones vinícolas favoritas. Mientras tanto, Liaoning en China se ha convertido en un productor emergente de “vino de hielo”, y Changyu construye el centro más grande del mundo para la producción de la bebida.
Los productores del hemisferio sur también buscan adaptarse al cambio climático. En Argentina, las grandes bodegas ven una posible solución en el desplazamiento del cultivo de uva a altitudes más altas o en regiones más al sur, como la Patagonia, que se nutre de mayores precipitaciones.
La agencia gubernamental chilena, la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) presentó una hoja de ruta para la industria del vino en el 2016 en la cual se destacó al cambio climático. La productividad, la adopción de nuevas variedades y la preservación de los más vulnerables ante las cambiantes condiciones climáticas fueron las mayores preocupaciones planteadas.
La situación que enfrenta la industria del vino refleja el profundo impacto que tendrá el cambio climático en la sociedad humana. Pero si sucede algo parecido a un aumento de la temperatura de 5.8°C, la fuente y la sensación en la boca de nuestro vino podría ser lo último que tengamos en nuestra mente.