Hace menos de una década, Perú no exportaba arándanos. Pero el país ha logrado posicionarse como un actor importante en el mercado internacional, convirtiéndose en el mayor exportador mundial.
“El crecimiento ha sido realmente exponencial y en el camino se ha generado mucha mano de obra”, dijo a Diálogo Chino, Alfredo Lira Chirif, ingeniero agrónomo y gerente general de Agrícola Cerro Prieto, una de las principales agroexportadoras de arándanos de La Libertad, departamento ubicado en la costa norte de Perú.
28%
El crecimiento estimado de la exportación de arándanos peruanos para la campaña 2022-2023, según Proarándanos.
Según la Asociación de Productores de Arándanos del Perú (Proarándanos), La Libertad encabeza el ranking de envíos, seguido de Lambayeque, Lima, Ica, Ancash, Piura y Moquegua. Además, calculan que la campaña nacional 2022-2023 cerraría con envíos por 285 mil toneladas, 28% más que la anterior.
Pero a medida que la industria peruana del arándano continúa su expansión, se enfrenta a crecientes retos para seguir siendo sostenible, el principal de los cuales es la escasez de agua, así como la reducción de los precios debido al aumento de la oferta, y la insuficiencia de mano de obra.
Subiendo en el ranking
El continuo crecimiento del arándano peruano contrasta con la situación del vecino Chile, su principal competidor en la región. Sólo entre enero y agosto de 2022 se produjo una caída del 6% en las exportaciones respecto al periodo anterior, según su Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA).
Las diferencias entre ambas naciones se deben en parte a las dificultades logísticas que han enfrentado los productores chilenos en el último tiempo, según Christian Seydewitz, vicepresidente senior para Chile de la empresa de transporte Hapag Lloyd. “Hay una grave escasez de espacio en los buques que impulsa el aumento de los precios y el escenario actual”, dijo a Portalfruticola.
En esta coyuntura, son diversos los factores que han permitido que el Perú supere a Chile y se convierta en el principal exportador de arándano fresco a nivel internacional. En un inicio, fue la atractiva ventana comercial que identificó el país en el hemisferio norte, especialmente en el mercado estadounidense.
Estados Unidos sigue siendo uno de los principales productores mundiales de arándanos, y la mayor parte de su producción se destina al consumo interno. Sin embargo, como dijo Luis Miguel Vegas, director general de Proarándanos, a Diálogo Chino, “no había una oferta consistente de berries para el hemisferio norte, sobre todo en otoño e invierno”. Al existir poca oferta, los productores obtenían un mayor precio por el berry. “Eso ayudó a que el crecimiento sea rápido porque los precios en esa ventana eran altos”, agrega Lira.
Otros factores que contribuyeron al desarrollo del sector fueron el mayor desarrollo genético de variedades y las condiciones climáticas favorables para la producción. “El clima de las zonas productoras es bastante templado, lo que asegura una buena calidad y proporciona precocidas (producciones tempranas de arándanos). Los acuerdos internacionales que tiene el país también han sido importantes para poder incentivar las exportaciones. El Servicio Nacional de Sanidad Agraria del Perú (Senasa) ha sido importante para abrir nuevos mercados”, anotó Vega.
Estos drivers han hecho posible que el arándano peruano llegue a diversos continentes y empiece a posicionarse en países como China, un gran productor de la fruta. Según estimados de Proarándanos, al cierre de la campaña 2021-2022 China tuvo una participación de 12%, ubicándose en tercera posición. En la campaña 2022-2023, se estima que el país asiático representará el 14% de los envíos en volumen, tres puntos porcentuales más que en la campaña 2019-2020.
“Teniendo un mercado de 1,400 millones de habitantes, la demanda de confección peruana típica con insumos locales va a tener buena acogida. La quinua, palta y arándanos seguirán siendo los alimentos preferidos”, subrayó Liang Yu.
El consumidor chino es exigente y valora aspectos como el tamaño, el sabor, el brix -que indica mayores concentraciones de azúcar natural, contenido mineral, antioxidantes y otras vitaminas- y la alta cobertura de pruina (bloom), resalta Lira, de la Agrícola Cerro Prieto. También señala que la ventaja de la industria peruana es que tiene el conocimiento y experiencia para producir cultivos de calidad, que sean uniformes en las características deseadas.
“El mercado quiere una calidad homogénea”, resalta Lira, tras reiterar que el consumidor chino valora la fruta dulce y grande. El potencial para crecer en dicho mercado es enorme, teniendo como referencia que en Asia el consumo per cápita de arándano bordea los 0.03 kilos por año, mientras en Estados Unidos, un mercado ya consolidado, alcanza los 2.5 kilos per cápita. “Es importante contar con variedades que reúnan estos atributos y que puedan sostener los viajes hasta China”, agregó.
Sostenibilidad para crecer
Mientras busca crecer más y satisfacer la demanda de nuevos consumidores, la industria peruana del arándano se enfrenta a retos para seguir siendo sostenible, en cuanto a la escasez de agua, el mantenimiento de los precios y el cumplimiento de las normativas laborales.
“El sector viene siendo regulado por los clientes. Nosotros vamos a los mercados más exigentes en huella hídrica y uso de pesticidas”, refiere Andrés Mujica, presidente del comité de sostenibilidad de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP).
Las mayores restricciones del Límite Máximo de Residuos (LMR), nivel máximo de plaguicidas tolerados en los cultivos, y la búsqueda de precios más atractivos han empujado a las empresas a optar por la producción orgánica, que ya representa alrededor del 11% del arándano fresco producido en el país.
Santiago Gómez, coautor de la tesis Impacto del uso de drones para fumigación de cultivos de arándanos en el departamento de La Libertad – Perú, comentó a Diálogo Chino, que desde el 2017 se busca la mejor forma de reducir la presencia de químicos en el proceso de producción. En esa línea, los drones se presentan como una innovadora tecnología para la fumigación de los campos de cultivo, aunque tiene algunas limitaciones que superar, dentro de las cuales resaltan: el tiempo de vuelo de los equipos por la duración de las baterías y la capacidad de los tanques de agua, siendo esta última su principal debilidad dentro de una industria cuya tendencia se inclina hacia el uso de plaguicidas y pesticidas orgánicos.
Otro reto del sector está vinculado al desarrollo de soluciones eficientes para el nicho orgánico, ya que es aún incipiente en el Perú. “No se ha avanzado mucho en control biológico (de problemas fitosanitarios)”, refiere a Diálogo Chino, José Villacorta Chávez, autor de la tesis Sostenibilidad de arándano (Vaccinium corymbosum) azul cultivado en la región Chao, La Libertad, a través del análisis energético.
Asimismo, el costo de producir de forma orgánica en suelos como los arenosos es mayor. “En una agricultura convencional constantemente se está fertilizando a la planta. Sin embargo, en la agricultura orgánica, si bien se busca nutrir a la planta, esto se hace a través de la fertilización del suelo. Por lo tanto, cuando los suelos son en su mayoría pobres, les costará mucho llegar a esa fertilización”, explica a Redagrícola el asesor internacional, Antonio Gaete.
Villacorta añade que existen empresas de agroquímicos que están investigando la fertilización líquida, proceso mediante el cual se aplica directamente al cultivo los fertilizantes disueltos en agua. No obstante, todavía no logran los resultados deseados.
Más tecnología en la industria del arándano en Perú
En medio de una mayor competencia internacional, las agroexportadoras peruanas han buscado diferenciarse siendo más eficientes con sus costos e invirtiendo a la par en tecnología más sustentable.
“Tenemos mucho arándano orgánico y estamos tratando de innovar en cuanto a la fertilización orgánica. Estamos potenciando el laboratorio”, cuenta Lira de Cerro Prieto, que además señala que en 2021, la empresa que representa accedió a un financiamiento de US$160 millones para fortalecer su modelo sostenible.
La agrícola trabaja con medición de huella de carbono y cuenta con Certificado Azul, reconocimiento otorgado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) a usuarios hídricamente responsables. “Tenemos un sistema que mide el consumo de agua por árbol, poniendo una sonda al tallo del árbol”, agrega.
Tenemos mucho arándano orgánico y estamos tratando de innovar en cuanto a la fertilización orgánica
Mujica de AGAP, explica que las empresas están invirtiendo en proyectos de tratamiento de aguas residuales, para evitar contaminar la napa freática y ampliar el horizonte agrícola con dicha agua. “Empresas como Agrokasa, Sunfruits, Agrícola Cerro Prieto, Agrícola Santa Azul, tratan las aguas”, comenta el experto.
Es bueno señalar que la gran parte de la producción de arándanos peruanos proviene de la costa desértica del país. Por tal motivo, el reto principal siempre será la provisión de agua.
En esa línea, Villacorta considera que aún “falta mucho” en lo que respecta a gestión del agua. “El país tiene mucha agua pero no pueden hacer correctos trasvases. Creo que en tecnología de riego se puede ser más eficiente, pero el problema del país va a ser más la oferta del agua”, advierte, tras insistir que es importante continuar construyendo reservorios.
Cabe destacar que en el norte del país se ha destrabado la tercera parte del proyecto Chavimochic, que espera irrigar 160 mil hectáreas de tierras de cultivo.
Para enfrentar este reto hídrico, algunas empresas vienen explorando la producción de arándanos en maceta. Si bien demanda una mayor inversión, tiene como una de sus ventajas producir más plantas en una hectárea y consumir menos recurso hídrico. El gerente general de Agrícola Cerro Prieto resalta que “la producción en maceta consume la mitad de agua que la producción convencional en suelo”.
El ascenso de los productores de arándanos peruanos en la última década ha sido prometedor y precipitado, pero superar los retos medioambientales será vital para que el país consolide su posición como primer exportador mundial a medio y largo plazo.