De acuerdo con los nuevos datos aportados por el Instituto de Recursos Mundiales, se registraron altas tasas de pérdida de bosques tropicales durante el año pasado. Esto significa que las ONG, los gobiernos y las empresas deberán unirse con el fin de mejorar el monitoreo de la deforestación ilegal y enfrentar sus causas, como la agricultura.
Los datos de pérdida de bosques de WRI en 2018 muestran una alarmante pérdida de 12 millones de hectáreas de cobertura de bosques primarios – un área del tamaño de Bélgica. Esta cifra es menor a la de los dos años anteriores, cuando incendios forestales generaron pérdidas de bosque inusualmente altas. Tres de los cinco países con mayor pérdida forestal están en Sudamérica (Brasil, Colombia y Bolivia). Indonesia y la República Democrática del Congo son los otros dos.
“Los bosques tropicales albergan la diversidad biológica del planeta y el impacto sobre el terreno es desgarrador”, dijo Frances Seymour de WRI.
Brasil registró una “mejora” en la lucha contra la tasa de pérdida de bosques, según el informe, aunque esto en gran parte se debe a los incendios forestales de 2016 y 2017 que aumentaron las cifras y diezmaron los ecosistemas de los países de América del Sur.
WRI reportó un aumento en la tala ilegal en Brasil, especialmente en territorios indígenas. En la primera mitad del 2018, desaparecieron 4.000 hectáreas alrededor de la reserva Ituna Itata, en el estado de Pará, en el norte de Brasil, la cual se estima que alberga a algunos de los últimos pueblos aislados que quedan en el mundo.
Los indígenas dependen del bosque para obtener alimentos, medicinas y refugio, y las investigaciones demuestran que contribuyen significativamente al mantenimiento de ecosistemas forestales sanos.
Efecto soja
A pesar de los años en los que se produjeron incendios forestales, la pérdida de bosques en Brasil está aumentando nuevamente, una tendencia que puede explicarse ante la creciente demanda de soja de países extranjeros, especialmente de China.
Desde el inicio de la guerra comercial entre Estados Unidos y China a principios del 2018, el país asiático recurrió cada vez más a Brasil para las importaciones de soja. Los datos de noviembre del 2018 mostraron un aumento del 80% en 12 meses.
El cultivo de soja es el segundo motor de la deforestación tropical en América del Sur, según el WRI. La conversión de bosques a plantaciones para satisfacer la creciente demanda mundial provoca la erosión del suelo, ya que el cultivo no es nativo de los bosques tropicales.
Una vez que se talan los bosques tropicales, es posible que nunca regresen a su estado original.
“Para cada área de pérdida de bosques, es probable que haya una especie que esté un paso más cerca de la extinción; una familia que pierde el acceso a un área importante de sus ingresos provenientes de la caza, la recolección y la pesca; y una comunidad río abajo que tiene menos acceso a agua limpia y está más expuesta a las inundaciones y al deslizamiento de tierras”, dice Seymour.
Mejoras en Indonesia
A diferencia de Brasil, Indonesia -que alberga el tercer bosque tropical más grande del mundo- registró notables mejoras en la protección forestal en el 2018. El país redujo la tasa de pérdida de bosques primarios en un 40%.
Belinda Arunarwati Margono, directora de Inventario y Monitoreo de Recursos Forestales del Ministerio de Medio Ambiente y Silvicultura de Indonesia, dijo que su gobierno está comprometido con la protección de los bosques y atribuye estas mejoras a la aplicación de la ley, campañas de concientización nacional y a la implementación de políticas como el plan de protección de bosques de turba en el 2016.
Las turberas o humedales también son importantes para almacenar carbono y otras fuentes del calentamiento global.
Caroline Winchester, analista de investigación de la plataforma de monitoreo forestal Global Forest Watch de WRI, dijo que Ghana y Costa de Marfil han empleado sistemas efectivos de monitoreo forestal. Winchester identificó la minería ilegal y la expansión de las pequeñas explotaciones de cacao como las principales causas de pérdida de bosques tropicales en esos países. Perdieron el 60% y el 26% de sus bosques en el 2018, respectivamente.
“Realmente necesitamos implementar un sistema de monitoreo efectivo a escala nacional para que los gobiernos puedan conectar el monitoreo en todo el cinturón del cacao, así como también en la cadena de suministro de cacao para empoderar a las compañías”, dijo Winchester.
Iniciativas exitosas
Los esfuerzos conjuntos de los gobiernos, las ONG y las empresas han demostrado ser eficaces para combatir la deforestación relacionada con la producción de productos agrícolas.
Por ejemplo, la Moratoria de la soja, un compromiso voluntario pactado entre varias multinacionales para evitar la compra de soja cultivada en sectores deforestados de la Amazonia brasileña después de 2006 provocó una caída en las tasas de deforestación.
La iniciativa surgió de una colaboración entre ONG, incluyendo a Greenpeace y a empresas como el gigante de comida rápida McDonalds y el comerciante de soja Cargill.
Sin embargo, ante una demanda mundial de soja que todavía es alta, especialmente en China, el cultivo se extendió en la sabana de Cerrado. Si bien los compradores chinos obtienen soja de solo algunos de los municipios brasileños donde abunda la deforestación, el volumen de compras, unos 84 millones de toneladas adquiridas el año pasado, significa que todavía puede tener un gran impacto.
Las importaciones chinas de carne de res brasileña también están asociadas con un mayor riesgo de deforestación.
En el Soft Commodities Forum (SCF) en febrero, Johnny Chi, presidente del mayor importador de soja de China, Cofco International, manifestó su apoyo a una iniciativa similar basada en el mercado en el bioma del Cerrado.
“Indonesia y Brasil han demostrado que es posible reducir la deforestación y la comunidad internacional está dispuesta a pagar cuando ese logro pueda cumplirse [según lo acordado en el Acuerdo de París]”, dijo Seymour, declarándose optimista sobre el futuro de la protección de los bosques.
“Esto produce un círculo virtuoso en cual todos podemos ser exitosos, como una comunidad internacional que conduzca la reducción de una de las principales causas del cambio climático”, añadió.