Como en muchos rincones del mundo, los océanos, el hielo y los glaciares de América Latina están experimentando cambios profundos debido al calentamiento global, afectando a las comunidades de la región y su biodiversidad, advirtió el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) en su nuevo informe.
El IPCC, que reúne a científicos del clima de todo el mundo, advirtió sobre cambios potencialmente irreversibles en los océanos y la criósfera, porciones de la superficie de la tierra donde el agua se encuentra en forma sólida. Los cambios podrían ser todavía mayores de continuar el elevado nivel de emisiones.
3C
el incremento de temperatura esperado para 2100, basado en la trayectoria actual
El IPCC advirtió que el aumento del nivel del mar en el 2100 podría alcanzar un metro si el planeta se calienta en unos 3°C, siendo la actual trayectoria sustentada en las políticas del gobierno global. A finales de este siglo, la frecuencia de las olas de calor marinas podría aumentar 50 veces en comparación con el final del siglo XIX.
“El mar abierto, el Ártico, la Antártida y las altas montañas pueden parecer lejanas para mucha gente”, dijo Hoesung Lee, presidente del IPCC. “Pero dependemos de ellos y estamos influenciados directa e indirectamente de muchas maneras”.
Un total de 670 millones de personas en regiones de alta montaña y 680 millones de personas en zonas costeras bajas dependen de los océanos, el hielo y los glaciares, de acuerdo al IPCC.
Basado en 7,000 artículos realizados por más de 100 científicos climáticos líderes, el nuevo reporte del IPCC llega luego de un informe especial sobre el uso de la tierra publicado el mes pasado.
“Los impactos del cambio climático en los océanos y glaciares de América Latina se superponen con los problemas ambientales del continente por el mal uso de la tierra,” aseguró Carolina Vera, vicepresidenta del Grupo I del IPCC. “Se necesitan acciones de mitigación de manera urgente”.
Estrechos lazos con los océanos
América Latina está íntimamente ligada a los océanos. Todos los países de la región, excepto Bolivia y Paraguay, los cuales no tienen salida al mar, poseen grandes extensiones de su territorio nacional a lo largo de la costa, donde vive el 25% de la población. Los océanos desempañan un rol clave para las comunidades, proporcionando alimentos e ingresos, así como albergando la biodiversidad y capturando carbono.
Hay una tendencia de calentamiento más veloz en las corrientes oceánicas de la región en comparación con el promedio global
Sin embargo, los océanos de la región están bajo amenaza. El calentamiento global y la sobrepesca están agotando las especies marinas, cambiando su distribución y sus hábitos estacionales.
“Los océanos son de vital importancia para América Latina. Tenemos una biodiversidad única y muchas comunidades que dependen de ella como su principal fuente de ingresos “, dijo Alex Muñoz, jefe de la iniciativa Pristine Seas de National Geographic. “Todo esto está siendo desafiado por la crisis climática”.
El IPCC dijo que el océano global se ha calentado sin cesar desde 1970, absorbiendo más del 90% del exceso de calor de la atmósfera. Al absorber más CO2, el océano también se ha vuelto más ácido. Las olas de calor marinas probablemente han duplicado su frecuencia desde 1982 y están aumentando en intensidad.
Mientras todo el océano global se calienta, algunas partes están cambiando mucho más rápido que otras. En todo el mundo, enormes corrientes oceánicas cambian hacia nuevas ubicaciones. A medida que se mueven, las aguas se calientan. Los científicos han encontrado varios puntos críticos en América Latina, especificamente en Argentina, Uruguay y Brasil.
“Hay una tendencia de calentamiento más veloz en las corrientes oceánicas de la región en comparación con el promedio global”, dijo Alberto Piola, un investigador oceánico argentino. “Esto genera que muchas especies se vean forzadas a trasladarse a lugares con una temperatura más adecuada para ellas. La cuenca del Río de la Plata es un punto clave claramente afectado”.
Glaciares en América Latina
Los glaciares almacenan algunas de las mayores reservas de agua dulce del mundo y varios países de América Latina, en su mayoría los de la cordillera de los Andes, tienen importantes masas de hielo dentro de sus territorios. Chile alberga el 4% de los glaciares del mundo y el 80% de los de América del Sur.
Los Andes se extienden a través de siete países latinoamericanos; Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Estos países tienen una población combinada de más de 160 millones. Los glaciares son críticos para mantener flujos de agua constantes durante todo el año. Las nevadas de las montañas se almacenan como hielo y se liberan gradualmente como agua dulce.
Sin embargo, ese equilibrio, así como la salud y el bienestar de los ciudadanos, la infraestructura, el transporte, el turismo y la seguridad alimentaria, están en peligro por el cambio climático, dijo el IPCC. Se espera que el suministro de agua en Asia, Europa, América del Sur y América del Norte disminuya durante el siglo XXI.
91%
La cantidad de agua que proviene de glaciares en épocas de sequía en la ciudad peruana de Huaraz
En un año normal, el agua de deshielo de los glaciares representa aproximadamente el 5% del suministro de agua en Quito (Ecuador), el 61% en La Paz (Bolivia) y el 67% en Huaraz (Perú). En años con sequías, la contribución mensual promedio máxima del agua de los glaciares puede alcanzar el 15% en Quito, el 85% en La Paz y el 91% en Huaraz.
Los investigadores argentinos Pierre Pitte, Lucas Ruiz y Mariano Masiokas analizaron más de 30,000 imágenes satelitales de glaciares andinos tomadas entre el 2000 y el 2018, hallando que los glaciares retrocedieron un promedio de 0.7 metros cúbicos (m3) de agua por año, con una pérdida acumulada de 12.5 m3 en 18 años.
“El número de glaciares en los Andes sigue siendo grande y, a pesar de los resultados, es probable que sigamos teniendo glaciares durante los próximos 150 años. El problema es la alta velocidad en la que los estamos perdiendo”, dijo Pitte. “Necesitamos tomar medidas de inmediato para protegerlos”.
Cambios y desafíos
El calentamiento global ya ha alcanzado 1ºC por encima de los niveles preindustriales y se prevé que la pérdida masiva de glaciares y la reducción de la capa de nieve se intensifiquen en el corto plazo debido a los aumentos de temperatura.
Los glaciares y los océanos en América Latina continuarán alterándose, de acuerdo a la actual trayectoria de las emisiones, sostuvo el IPCC. Sin embargo, reducir las emisiones, proteger y restaurar los ecosistemas y gestionar cuidadosamente los recursos naturales permitirían preservar el océano y la criosfera.
En los océanos de América Latina, las áreas marinas protegidas se están expandiendo y ahora cubren el 8.4% del territorio marino. Las AMP se consideran una herramienta clave para salvaguardar la salud de los océanos y abordar los impactos de la sobrepesca, la contaminación y la acidificación. Pueden aportar beneficios ecológicos e ingresos económicos.
“Las ambiciosas políticas climáticas y las reducciones de emisiones necesarias para cumplir con el Acuerdo de París también protegerán el océano y la criósfera, y en última instancia sostendrán toda la vida en la tierra, Debra Roberts, co-chair del grupo II del IPCC.