Un tercio de la tierra en el mundo, unos cuatro mil millones de hectáreas, está degradada. La mitad de las tierras agrícolas de América Latina podrían verse afectadas por la desertificación para el 2050.
En India, sede de una importante cumbre de la ONU sobre desertificación que se estará realizando en las afueras de Nueva Delhi entre el 2 y el 13 de septiembre, conocida como la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (CNULD), la degradación ha alcanzado 96 millones hectáreas. Esto equivale al 29,32% del país.
Casi todos los países han firmado un compromiso para alcanzar la “degradación cero” para el 2030, lo que significa la restauración de la mayor cantidad de tierra que se haya degradado.
Prakash Javadekar, ministro de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático de la India, y presidente de la COP, anunció recientemente que la India restaurará cinco millones de hectáreas de tierras degradadas para el 2030 y “garantizará que no haya pérdidas netas en términos de degradación terrestre”.
Tierra deteriorada
La degradación de la tierra está empeorando debido a las malas prácticas de gestión de la tierra, como el pastoreo excesivo y la deforestación, y el cambio climático. Estos factores generan consecuencias de gran alcance para la seguridad alimentaria, la migración e incluso el conflicto.
La humanidad necesita una mejor administración de la tierra para evitar un colapso climático, advirtió un informe especial de las Naciones Unidas en el mes de agosto. La creciente presión humana está degradando la tierra a nivel mundial y el cambio climático se está sumando a estas presiones, según el informe. Crucialmente, con una mejor gestión de la tierra no alcanza exclusivamente para resolver el problema.
Esto debe ir acompañado con los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) si el calentamiento global se limitará a menos de 2 ° C, según el informe.
75%
de la tierra del mundo está afectada por la actividad humana
Las actividades humanas, como la agricultura y la deforestación, afectan al 75% de la superficie terrestre del planeta, causando una degradación generalizada. Los cambios en el uso de la tierra en el siglo pasado causaron hasta el 23% de los GEI provocados por el hombre.
En América Latina, el cambio en el uso de la tierra es una fuente importante de GEI
Sequías mortales
La ex jefa de la UNCCD, Monique Barbut, ha señalado que la sequía mata a más personas que todas las otras calamidades juntas como inundaciones, tormentas, terremotos y erupciones volcánicas.
Ibrahim Thiaw, actual jefe de la CNULD, es de Mauritania y conoce muy bien el peligro.
Si hay voluntad política, podemos cambiar la vida de más de 3.200 millones de personas en todo el mundo que se ven afectadas negativamente por la desertificación y la sequía
El Sahel, una vasta área que limita con el desierto del Sahara de África, es más propenso a la degradación de la tierra que cualquier otra parte del mundo. También es el área donde la CNULD ha concentrado su trabajo desde que se estableció como una de las tres convenciones posteriores a la Cumbre de la Tierra de 1992 en Río de Janeiro. Los otros temas son sobre cambio climático y biodiversidad.
Las reuniones de la CNULD tienden a ser menos polémicas que las de cambio climático y la biodiversidad. Aun así, ha habido rumores sobre el enfoque en el Sahel. La secretaría de la convención ha liderado los esfuerzos para construir un “gran muro verde” que combatirá el avance del Sahara.
Los expertos en biodiversidad han advertido sobre los efectos catastróficos en la naturaleza de la degradación de la tierra en Brasil, que ha sido golpeado por un número récord de incendios.
Algunos países, especialmente en Asia, han apuntado que también sufren una grave degradación de la tierra. Eso incluye el oeste y el noroeste de China y áreas como Bundelkhand, el norte de Gujarat, Marathwada, Vidarbha y Telangana en India.
“Rápidamente, nos estamos quedando sin tiempo para desarrollar nuestra resiliencia al cambio climático, evitar la pérdida de diversidad biológica y ecosistemas valiosos y alcanzar todas las metas que restan de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo Thiaw.
“Pero si hay voluntad política, podemos cambiar la vida de más de 3.200 millones de personas en todo el mundo que se ven afectadas negativamente por la desertificación y la sequía. También podemos revitalizar los ecosistemas que se están derrumbando debido a una larga historia de transformación de la tierra y, en demasiados casos, la gestión insostenible de la tierra”.
Rápidamente, nos estamos quedando sin tiempo para desarrollar nuestra resiliencia al cambio climático, evitar la pérdida de diversidad biológica y ecosistemas valiosos
Con la India sucediendo a China en la presidencia de la COP, los expertos esperan un impulso al proceso de la lucha contra la desertificación en Asia. La primera semana de la COP se desarrollará mediante consultas informales entre representantes de los países y la Unión Europea.
La segunda semana comenzará con un segmento de alto nivel, donde se espera que el primer ministro de la India, Narendra Modi, realice un “importante anuncio”, de acuerdo con funcionarios del ministerio de Medio Ambiente.
“Necesitamos convertir la tierra degradada en tierra fértil”, dijo Javadekar. “Esta COP trabajará para lograrlo mediante la Declaración de Nueva Delhi que será anunciada al final de la conferencia”.
Está prevista la reunión de miles de expertos y organizaciones no gubernamentales durante la COP con el fin de explorar la mejor forma para combatir la desertificación, desde la restauración de cuencas hidrográficas, hasta la recuperación de arroyos y ríos, y la elección de las razas de ganado vacuno, caprino y ovino más apropiadas para las tierras degradadas.
Este artículo fue publicado originalmente en India Climate Dialogue