Nota del editor. Esta es una versión actualizada de un artículo publicado el lunes titulado “Estallan protestas en Chile antes de la APEC y la cumbre climática”.
Protestas entre manifestantes y las fuerzas de seguridad de Chile forzaron al gobierno de Sebastián Piñera a cancelar la recepción de líderes globales para dos cumbres internacionales – el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) y la COP25 de cambio climático- que estaban programadas para noviembre y diciembre respectivamente.
Piñera, quien la semana pasada insistió que la APEC y la COP25 continuarían según lo planeado, se ha encontrado bajo presión luego de que una suba del 4% en las tarifas del metro en Santiago generaran una serie de protestas que ya llevan tres semanas.
Muchos chilenos vieron el aumento como el accionar de un presidente multimillonario que busca enriquecer a sus empresas privadas, mientras los estándares de vida decaen y la inequidad aumenta.
“Como presidente de todos los chilenos, tengo que poner sus problemas, intereses, necesidades y anhelos como prioridades”, sostuvo Piñera el miércoles. “Es doloroso para Chile pero nuestro gobierno ha decidido no llevar adelante la APEC ni la COP”.
Al menos 18 personas murieron desde que las protestas comenzaron. Se estableció un toque de queda y la mayoría de las actividades y oficinas estuvieron paralizadas por varios días, con militares en las calles en un intento de calmar las protestas.
30,000
personas se esperaba que viajen a Santiago para la cumbre COP25
Nicole Jenne, profesora de relaciones internacionales en la Universidad Católica de Santiago, sostuvo a Diálogo Chino antes del anuncio de hoy que China enfrentaba “desafíos logísticos gigantescos” para recibir a ambos eventos.
Sin embargo, sostuvo que ambos eran una gran oportunidad, no sólo para el gobierno para mejorar su reputación internacional sino también para demostrar que se estaba tomando en serio los reclamos de la sociedad.
Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de de la Convención Marco de Cambio Climático, el organismo de las Naciones Unidas encargado de organizar la COP, sostuvo que están explorando opciones alternativas para organizar el evento.
Preocupaciones sobre APEC y COP
En una medida que Jenne aseguró que fue diseñada para abordar las preocupaciones internacionales, la dos veces presidenta chilena y actual Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, envió un equipo para investigar los presuntos abusos desde que Piñera declaró al país que estaba en guerra con “un enemigo violento”.
Al mismo tiempo, Piñera se disculpó con los ciudadanos y estableció un acuerdo con los partidos de la oposición sobre un conjunto de medidas económicas y sociales, incluido el aumento de la pensión básica universal y el salario mínimo y el retroceso de los recientes aumentos de electricidad. El sábado le pidió la renuncia a su gabinete.
Sin embargo, sus decisiones tuvieron poco impacto ya que los ciudadanos tomaron las calles nuevamente el lunes, prendiendo fogatas y enfrentándose a la policía.
El sociólogo Augusto Varas había afirmado a Diálogo Chino la semana pasada que las protestas seguramente continuarían. Varas aseguró que mantener el orden social dependería de la implementación de las medidas de Piñera y la capacidad de la policía de controlar las protestas sin acudir al ejercito.
“Un nuevo estado de emergencia en el país durante estas dos reuniones no sería aceptable por lo que en caso de un desborde de masas estas tendrían que ser canceladas,” había afirmado Varas.
El gobierno chileno ya se había enfrentado a pedidos de relocalizar o boicotear la COP25.
Ximena Rincón, una senadora chilena, dijo que Costa Rica, la co-anfitriona de la COP25, debería ser quien organice el evento, mientras que el político francés Alexis Corbiere sugirió que el gobierno nacional no asista mientras el ejército chileno se encuentre en las calles.
El ministro de Medio Ambiente de Costa Rica, Carlos Rodríguez, había descartado cualquier posibilidad de que la COP tenga lugar allí y dijo que no ha habido una propuesta formal. “Esperamos estar en Chile y que el evento se lleve a cabo con normalidad”, afirmó la semana pasada.
Sin embargo, Cristobal Bellolio, un analista político chileno, afirmó que “el escenario cambió radicalmente”.
“No está claro si podemos volver a la normalidad y comenzar a pensar nuevamente en las dos próximas cumbres en Santiago”, agregó.
Sobre la asistencia de China a APEC, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, dijo la semana pasada en una conferencia de prensa: “Mientras seguimos la situación en Chile, creemos que el gobierno chileno puede manejarlo adecuadamente y garantizar una reunión fluida y segura”.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo a principios de este mes que esperaba una resolución de las tensiones comerciales de larga data con China en el marco de la reunión de APEC, aunque los funcionarios estadounidenses han dicho desde entonces, que esto podría tomar más tiempo.
Sociedad civil
La mera presencia de Trump en APEC en Chile hubiera tenido un significado especial y podría haber generado protestas. Mientras tanto, la COP25 es más grande, hubiera tenido una participación ciudadana generalizada y hubiera estado acompañada de manifestaciones menos “agresivas” que exigen políticas más firmes para combatir el cambio climático, dijo Varas.
Jenne sostuvo que el movimiento climático es impulsado en gran medida desde abajo pero que la APEC no ha cumplido sus compromisos de involucrar a la sociedad civil en la toma de decisiones y de focalizarse en los jóvenes y en la igualdad de género.
Sabía que…
APEC tiene 21 países miembros que representan 60% del PBI global
Sin embargo, es probable que sigan siendo altas las probabilidades de de tensión entre el gobierno y los grupos sociales a medida que se aproximan las conversaciones sobre el clima.
La agrupación Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC), que abarca varias ONG chilenas, aseguró que la situación actual hacía imposible el diálogo sobre el clima.
“No es viable discutir el futuro del planeta, la justicia climática y los compromisos de cada país (conocidos como Contribuciones Determinadas a nivel Nacional o NDC), mientras Chile haya establecido una ruptura con el estado de derecho y haya enviado soldados para contener las protestas ante el descontento social, generando pánico, asesinatos y casos de tortura”, redactó en un comunicado de prensa emitido el viernes.
Como anfitrión de la COP, el gobierno chileno haría bien en interactuar con grupos no gubernamentales, que podrían contribuir en el avance de las negociaciones, dijo Jenne.
“El gobierno chileno puede dar un paso importante al comprometerse con las demandas de la sociedad civil e impulsar, incluso de manera unilateral, medidas concretas en la COP25”.