Este año se suponía que fuera clave para el planeta, con una agenda cargada de negociaciones internacionales por la biodiversidad, el cambio climático y los océanos. Sin embargo, la rápida expansión del coronavirus está alterando los planes.
El virus, con más de 900.000 casos a nivel global, está afectando especialmente a China y a países europeos, en donde estaban programadas cumbres clave para lograr nuevos compromisos ambientales – algunas de ellas ya canceladas, pospuestas o puestas en duda.
La situación preocupa a activistas y expertos, quienes alertan de la urgencia de la acción más ambiciosa para proteger al planeta, cuyo retraso por el coronavirus podría tener serias consecuencias.
“El coronavirus genera un mismo nivel de incertidumbre que los cambios que traen la crisis del clima y de la biodiversidad. Estamos entrando en un territorio desconocido”, sostuvo Tom Burke, co-fundador del grupo ambiental E3G.
Negociaciones climáticas
La Convención Marco de Naciones Unidas por el Cambio Climático (CMNUCC), organismo central de la ONU en la temática, decidió posponer hasta 2021 la 26º Conferencia de las Partes (COP) de cambio climático, originalmente programada para noviembre en Escocia, Reino Unido.
El desarrollo de la conferencia es central para avanzar en la agenda climática, considerando el fracaso de su antecesora COP25 en 2019 en Madrid.
La mayor parte de las negociaciones ocurren en los pasillos al margen de las reuniones oficiales
La decisión fue tomada conjuntamente por la CMNUCC y el Reino Unido, quienes ahora trabajarán en las próximas semanas para establecer una nueva fecha. La reprogramación permitirá más tiempo para los “preparativos necesarios” y garantizará que todos los países “puedan enfocarse en los temas que se discutirán en la conferencia”, dijo el Reino Unido en un comunicado de prensa.
“COVID-19 es la amenaza más urgente que enfrenta la humanidad hoy en día, pero no podemos olvidar que el cambio climático es la mayor amenaza que enfrenta la humanidad a largo plazo”, dijo la directora de la CMNUCC, Patricia Espinosa. “Continuamos apoyando e instando a las naciones a impulsar significativamente la ambición climática en línea con el Acuerdo de París.”
Para la sociedad civil, la decisión es sensata en medio del brote de coronavirus. Sin embargo, la acción climática debe mantenerse en la agenda política durante 2020, con los países asegurándose de que la respuesta económica al coronavirus no arraigue la crisis climática, afirmaron.
“En las circunstancias actuales, la decisión es inevitable”, dijo Manuel Pulgar Vidal, líder de clima y energía de WWF. “Pero la acción climática debe seguir siendo una prioridad global no negociable. Eso significa que también debemos centrarnos en crear oportunidades de trabajo con bajas emisiones de carbono y aumentar la capacidad de recuperación económica y ecológica de nuestras sociedades.”
La COP26 debía avanzar este año en la presentación de nuevos compromisos climáticos, conocidos como NDC, más ambiciosos de todos los países firmantes del Acuerdo de París, lo que vuelve a la cumbre verdaderamente importante para avanzar en la reducción de emisiones.
Al mismo tiempo, la conferencia climática debía retomar lo no logrado por su antecesora, la COP25, que no logró avanzar en puntos clave para la implementación del Acuerdo de París, como la creación un mercado internacional de carbono y asegurar un mayor financiamiento a países en vías de desarrollo.
La CMNUCC ya había decidió cancelar o posponer todas sus reuniones en marzo y abril, tanto en su sede en Alemania como en otras partes del mundo. Tal es el caso, por ejemplo, de la Semana Climática de África, que iba a desarrollarse desde el 9 de marzo en Uganda.
“Para tener una COP26 exitosa hay que ir construyendo señales que orienten la negociación a un buen resultado. Si todos los países están concentrados en otros problemas como el coronavirus eso difícilmente se logre”, afirmó Enrique Maurtua Konstantinidis, asesor senior en clima en la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
Océanos y biodiversidad
La expectativa este año también estaba puesta en lograr un nuevo acuerdo global por la biodiversidad. Para ello, la ciudad de Kunming en China será la sede de la 15º Conferencia de las Partes (COP) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), en donde se espera que se adopte ese acuerdo.
Sin embargo, la cumbre debía desarrollarse en octubre y fue postergada sin fecha. A ello se le suma una reunión preparatoria de la misma que debía desarrollarse en Kunming en febrero y fue trasladada a Italia por la expansión del coronavirus. Ello significó la participación de menos delegados y por menos tiempo.
“A algunas delegaciones no las dejaron ir o se tuvieron que ir antes. El CDB tiene 196 estados partes y sólo estuvieron presentes alrededor de 150”, sostuvo Ana di Pangracio, Directora Ejecutiva Adjunta de FARN, que participó de la reunión. “Algunos faltaron por motivos políticos y otros por el coronavirus.”
La expansión del coronavirus también llevó a posponer sin fecha cinco reuniones de la Organización Marítima Internacional (OMI) que se iban a desarrollar en marzo. El comité de protección ambiental de OMI deberá decidir sobre propuestas para mejorar la eficiencia energética de los barcos, responsables del 3% de las emisiones globales.
3%
de las emisiones globales causadas por el hombre provienen de los barcos
Lo mismo ocurrió con la conferencia intergubernamental de la ONU sobre biodiversidad marina en áreas más allá de la jurisdicción nacional, agendada para el 23 de marzo en Nueva York. La misma busca lograr un acuerdo global para proteger la vida marina en áreas en las que los estados no tienen jurisdicción.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) también suspendió hasta el 20 de marzo todas sus reuniones. De extenderse, podría alterar a su encuentro anual a desarrollarse en junio en Kazajstán. Allí, entre una agenda cargada, se espera avanzar en la eliminación de los subsidios a la pesca.
Además, se mantiene bajo un interrogante la realización de la cumbre de la ONU para avanzar en la implementación del 14 Objetivo del Desarrollo Sustentable (ODS), el cual se enfoca en la vida bajo el agua. La misma está agendada para junio en Lisboa, Portugal.
Es la segunda oportunidad en la que se desarrollaría esta conferencia y el objetivo de este año será que los países adopten compromisos voluntarios para apoyar el ODS 14. El mismo establece que se debe regular la explotación pesquera y fomentar la conservación de zonas costeras y marinas.
“El coronavirus es muy potente y puede llevar a posponer la mayor parte de las reuniones de acá a fin de año,” afirmó Burke. “Reemplazarlas con encuentros virtuales no sería suficiente ya que la mayor parte de las negociaciones ocurren en los pasillos al margen de las reuniones oficiales”.