China ha prometido aproximadamente 3 mil millones de USD de financiamiento para que los países en vías de desarrollo limiten sus emisiones de carbono y se adapten al cambio climático; es el primer gran compromiso de Pekín para ayudar a los países vulnerables a ocuparse de los impactos del calentamiento global. En un anuncio conjunto de Xi Jinping y Barack Obama en Washington D.C., China y EE. UU. prometieron más acciones conjuntas o una “visión común” para alcanzar un acuerdo climático significativo en París a fines de este año. El acuerdo se basa en lo anunciado en noviembre pasado, cuando China prometió que alcanzará el máximo de sus emisiones de dióxido de carbono en 2030 –o antes– y EE. UU. se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 26-28 % para 2025, tomando como base los valores de 2005. El anuncio de hoy se basa en una promesa anunciada a principios de este mes por los gobiernos regionales estadounidense y chino para alcanzar el máximo de sus emisiones de gases de efecto invernadero y compartir sus conocimientos sobre las tecnologías con bajas emisiones de carbono y la contabilidad de emisiones. Entre las restantes medidas acordadas en el anuncio conjunto del viernes se encuentran las siguientes: – La necesidad de aumentar la transparencia para generar confianza en pos de la implementación de medidas de reducción de las emisiones de carbono, entre ellas, los métodos de información y revisión. Una hoja informativa de la Casa Blanca indicó que EE. UU. y China han logrado “nuevos avances” en el espinoso tema de la diferenciación entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo. – La importancia de un acuerdo exitoso que aumente las aspiraciones relacionadas con la reducción de las emisiones a lo largo del tiempo y procure una transformación de la economía mundial a favor del uso de energías con bajas emisiones en este siglo. – La confirmación por parte de China de que implementará un sistema nacional de permisos negociables de emisiones en 2017 para sectores clave –entre ellos, los de generación energética, acero, cemento y otras industrias–, así como la implementación de un sistema de “despacho ecológico” que fomente las fuentes con bajas emisiones de carbono en la red eléctrica del país. Esas medidas complementarían la reciente finalización del Plan de Energía Limpia de EE. UU., que busca reducir las emisiones del sector energético estadounidense en un 32 % para 2030. Ambos países están desarrollando nuevos estándares de eficiencia en el consumo de combustible para los vehículos pesados, que se completarán en 2016 e implementarán en 2019. Ambos países también acordaron aumentar sus esfuerzos para reducir los hidrofluorocarbonos supercontaminantes (HFC, por su sigla en inglés). Los analistas de las negociaciones climáticas afirmaron que el anuncio es bienvenido, ya que fortalece las iniciativas climáticas chino-estadounidenses, pero advirtieron que muchos otros grandes emisores deben redoblar sus esfuerzos. “Para lograr un buen resultado en París, no alcanza con EE. UU. y China. Los demás países no deben relajarse y suponer que un acuerdo del G2 (China y EE. UU.) será suficiente para mantener firmemente el rumbo para proteger el clima. Las voces y acciones de los actores similares en Europa y los países vulnerables son necesarias para energizar las aspiraciones”, dijo Liz Gallagher, de la consultora climática E3G. El compromiso chino con el financiamiento climático, equiparable a una promesa similar estadounidense Del año pasado, fue percibido como una acción especialmente útil para las negociaciones climáticas de la ONU, dado el papel de China para influir sobre los bloques de negociación del G77 y los BRIC. “Se trata de un aumento radical respecto de los compromisos chinos de financiamiento anteriores. La escala de los 3,1 mil millones de USD comprometidos podría superar a la del compromiso estadounidense con el Green Climate Fund, que aún enfrenta duras batallas en el Congreso”, dijo Li Shuo, un activista climático de Greenpeace. Señal positiva Li Shuo comentó que el anuncio del viernes también resultó significativo porque China se había comprometido a “controlar estrictamente las inversiones públicas destinadas a proyectos con elevada contaminación y emisiones de carbono, tanto locales como internacionales”. “Esto implica una fuerte señal de que China está lista para ocuparse de sí misma y ayudar al mundo a abandonar los combustibles fósiles contaminantes, como el carbón, y pasar a energías renovables”, dijo el activista de Greenpeace a chinadialogue. El gobierno central ya ha esbozado su voluntad para financiar proyectos con bajas emisiones de carbono y de adaptación al cambio climático en su Plan Climático Nacional [su Compromiso de Contribuciones Previstas y Determinadas a Nivel Nacional (INDC, por su sigla en inglés)], presentado a la ONU en junio, y en las negociaciones climáticas en la ONU en Lima, en diciembre del año pasado delineó sus planes para establecer un fondo climático Sur-Sur. Sin embargo, los países más vulnerables al cambio climático desean que los mayores emisores en el mundo expliquen cómo se obtendrá el financiamiento y cuál será su destino, además de un aumento del monto prometido en 2009 en la cumbre climática de Copenhague, de 100 mil millones anuales a partir de 2020. Permisos negociables de emisiones Otras disposiciones incluidas en el acuerdo conjunto del viernes también habían sido mencionadas anteriormente por el gobierno chino, pero se les ha otorgado ahora una prominencia mucho mayor debido a su mención específica por el presidente Xi. El plan chino para implementar la negociación de permisos de emisiones de carbono en 2017 había sido mencionado en el INDC chino, pero ahora tendrá una mayor urgencia debido a su inclusión en el acuerdo conjunto con EE. UU., dijo Hongliang Chai, un analista de Point Carbon, de Thomson Reuters. “Es la primera vez que el comercio de derechos de emisión en China se vincula al presidente Xi”. Chai agregó que la inclusión de las propuestas chinas para un sistema de despacho ecológico señala que el país actuará más para solucionar los problemas de denegación de acceso de la energía eólica y de fuentes renovables a las redes eléctricas. Ese artículo se publico primero en chinadialogue.net