“Si un agricultor aplica fertilizantes o pesticidas y llueve inmediatamente después, o si riega el día anterior a una lluvia, sufrirá pérdidas. Gracias a los pronósticos para asesorar a los agricultores según los cultivos, las condiciones climáticas y los distritos específicos, el Departamento Meteorológico de la India (IMD, por su sigla en inglés), los ayuda a mejorar sus beneficios y reducir las pérdidas”, dijo N. Chattopadhyay, director de la División de Meteorología Agrícola del IMD. Se refería al Servicio de Asesoramiento Agromet o Gramin Krishi Mausam Seva para los agricultores indios, un ejemplo exitoso de lo que pueden lograr los meteorólogos para ayudar a que la gente se adapte a los efectos del cambio climático, como un monzón irregular. Para la agricultura, decidir en qué momento aplicar pesticidas y fertilizantes tiene una importancia fundamental. La difusión de información personalizada por ubicación y cultivos para poder actuar es un servicio meteorológico del IMD que se ha convertido en un modelo global. Los agricultores han estimado un aumento en sus beneficios del 25 % gracias al Servicio de Asesoramiento Agromet, afirma el Consejo Nacional de Investigación Económica Aplicada. La debilidad Sin embargo, en caso de un inminente desastre, los servicios meteorológicos necesarios para que los residentes de las regiones montañosas puedan alejarse de las zonas de peligro son insuficientes. Esto se percibió durante las riadas de 2013 en Uttarakhand y las inundaciones de 2014 en Kashmir. En ambos casos, la oficina meteorológica local pronosticó fuertes lluvias, pero no contaba con un sistema para garantizar que esta información llegara a todos los residentes con probabilidades de verse afectados por ellas. Esto contrasta fuertemente con las recientes evacuaciones exitosas de cientos de miles de personas de las áreas costeras antes de que lleguen los ciclones. Con este telón de fondo, 50 expertos de la India y sus países vecinos, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y otras instituciones mundiales mantuvieron recientemente una reunión de tres días en Yaipur. Trataban de identificar los desafíos para cumplir con los estándares para servicios meteorológicos fijados por el Marco Mundial para los Servicios Climáticos (MMSC) impulsado por las Naciones Unidas. El MMSC proporciona un mecanismo de acciones coordinadas para mejorar la calidad, cantidad y aplicación de los servicios meteorológicos. Depende de cinco pilares: Observación y vigilancia; Investigación; Modelado y predicción; Coordinación y desarrollo de capacidades, y Plataforma interfaz de usuarios. “Los datos de las observaciones son fundamentales para crear modelos cuantitativos que permitan realizar pronósticos climáticos y de tiempo de corto plazo, y para las proyecciones de escenarios de largo plazo del cambio climático. Aunque hay avances continuos en términos de la observación y la vigilancia necesarias para los servicios del tiempo, existe una gran brecha en esa red para la observación dedicada a los servicios del clima”, dijo Sarat C. Kar, del Centro Nacional de Pronósticos Meteorológicos de Rango Medio, del Ministerio de Ciencias de la Tierra. Un problema del Himalaya Hay un problema especial en el Himalaya, la mayor reserva de nieve y hielo después de los Polos Norte y Sur, y nacimiento de diez grandes ríos. La cadena montañosa que se extiende a lo largo de Afganistán, Bangladesh, Bután, China, India, Kirguistán, Mongolia, Birmania, Nepal, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán se está calentando más rápidamente que los polos, pero la mayor parte de la población que vive en la región y es vulnerable a los efectos del cambio climático aún carece de preparación. Las temperaturas aumentarán aproximadamente entre 1 y 2 grados Celsius (y en algunos lugares, entre 4 y 5 grados Celsius) para 2050. Se esperan más inundaciones y sequías, y es probable que el monzón se prolongue y se torne más errático en la región, según un informe titulado Atlas del Clima y la Hidrografía del Himalaya: Impacto del cambio climático sobre los recursos hídricos en cinco de las principales cuencas hídricas asiáticas, elaborado por el Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de Montañas (ICIMOD, por su sigla en inglés), una organización internacional sin fines de lucro, y otros, publicado en diciembre de 2015. En el encuentro en Yaipur, representantes del Centro Nacional de Investigaciones Antárticas y Oceánicas y del IMD señalaron las temperaturas significativamente mayores del Himalaya tanto en verano como en invierno, cuya consecuencia es una mayor frecuencia y magnitud de eventos climáticos extremos, como riadas, inundaciones repentinas de lagos glaciales y cambios en los patrones monzónicos. El desafío obvio para la adquisición de datos climáticos en este caso es que las mayores cumbres del mundo están en el Himalaya, un terreno escabroso y difícil de alcanzar. A eso se suma que los países que comparten el Himalaya tienen problemas para compartir datos. No hay acceso suficiente a datos satelitales, y la capacidad de predicción de las precipitaciones y las estaciones de medición hídrica y meteorológica en la región del Himalaya son insuficientes, informó una evaluación de necesidades para el desarrollo de un sistema de Monitoreo de Sequías en el Sur de Asia, compilado por la división del Sur de Asia de la Asociación Mundial para el Agua en abril de 2014. “La brecha más importante está en el intercambio de datos. Las agencias de información tienen sus propias políticas, a menudo basadas en la legislación nacional, que restringe el acceso a sus datos. El asesoramiento (para el Himalaya y otras regiones de alta montaña) es una iniciativa para fomentar la colaboración; se debe crear un mecanismo institucional para compartir los datos”, dijo Ram Boojh, especialista de programa de la UNESCO. El asesoramiento determinó que, en términos generales, las capacidades financieras, humanas y procedimentales necesarias para generar, archivar y usar los datos climáticos para la toma de decisiones eran inadecuadas en la región. El otro cuello de botella que identificaron los expertos es la traducción de los datos para generar información que pueda ser utilizada por los agricultores, funcionarios de salud pública, administradores para la reducción de riesgos de desastre, administradores hídricos y otros. En un trabajo científico, Requisitos de Información Climática para la Gestión de Riesgos y la Adaptación al Nivel Comunitario (Climate Information Requirements For Community-Level Risk Management And Adaptation), el Sistema Regional Integrado de Alerta Temprana Multirriesgo (RIMES) con base en Tailandia señaló que “Si bien se acordó en general la necesidad de orientar los servicios climáticos hacia los usuarios, los avances en este sentido deben tornarse operativos a la brevedad”. En la conferencia sobre el cambio climático de la ONU en París, los gobiernos de todo el mundo reconocieron la urgente necesidad de sistemas de alerta temprana para la preparación ante desastres en zonas montañosas y tierras aledañas para reducir la exposición de la gente a peligros cuya intensidad y frecuencia están aumentando, en parte debido al cambio climático. Ahora que los expertos han identificado una vez más los obstáculos, los gobiernos que comparten el Himalaya y los ríos que nacen en él deben superar los obstáculos para garantizar la provisión de un servicio meteorológico eficaz. La cuestión es fundamental porque las inundaciones, las sequías y las tormentas son cada vez más frecuentes y graves debido al cambio climático. Ese artículo se publicó primero en The Third Pole