Mientras se pone en marcha la conferencia COP 20 de la ONU sobre el clima mundial en Perú, la atención se centra en los compromisos gubernamentales de reducción de emisiones. Ya hay sobre la mesa un muy bienvenido compromiso entre EE. UU. y China para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 y el compromiso de China para que sus emisiones de CO2 alcancen su punto máximo ese mismo año y el 20 % de su consumo de energía primaria provenga de combustibles no fósile En los aproximadamente siete años desde que China se convirtió en el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, el gobierno de ese país ha aumentado su inversión en energías con bajas emisiones de carbono y desarrollado un creciente conjunto de políticas climáticas y energéticas. Por ejemplo, fijando metas de uso de energías con bajas emisiones de carbono y para que los combustibles no fósiles generen el 11,4 % de su energía primaria total para 2015 y el 15 % para 2020. Sin embargo, la creciente demanda china implica que continuamente se agrega nueva capacidad de combustibles fósiles: la participación total de las energías renovables está, en el mejor de los casos, estancándose (a pesar de las impresionantes inversiones en tecnologías con bajas emisiones de carbono y un amplio conjunto de políticas climáticas y energéticas). De hecho, China está invirtiendo más que cualquier otro país en energía renovable, incluidas las energías hidroeléctrica, eólica y solar. El enfoque chino se ha centrado principalmente en tecnologías e intervenciones de gran escala, como la solar fotovoltaica (SF) y la energía térmica solar concentrada (ETSC). Sin embargo, una tecnología de pequeña escala ha logrado una significativa contribución, que pasa en gran medida desapercibida. Los calentadores solares de agua domésticos son ubicuos y tremendamente exitosos en China: son el rara vez mencionado paladín de las políticas de bajas emisiones de carbono en ese país. Más de 30 millones de hogares usan calentadores solares de agua, que son especialmente populares en las áreas rurales. Aun así, esto solo representa menos del 10 % de los 365 millones de hogares chinos estimados. Los calentadores solares de agua aún distan de ser algo común. Hay un enorme potencial en un mercado aún subexplotado. El enfoque chino para impulsar las tecnologías y la innovación con bajas emisiones de carbono ha adoptado tradicionalmente una estrategia centralizada y descendente, según la cual el gobierno nacional fija las metas y la implementación provincial a veces se queda corta. Se cree que China cuenta actualmente con una capacidad térmica solar instalada de 134 GW, aproximadamente el 65 % de la capacidad mundial; las metas del Duodécimo Plan Quinquenal para la generación de energía solar en 2011-15 se centran alrededor de la reducción del precio de la energía solar y el aumento de la producción de módulos de SF. El enfoque para la reducción de las emisiones y las energías con bajas emisiones de carbono se ha centrado menos en los enfoques de escala reducida y atomizados. El éxito solar chino Sin embargo, las empresas chinas producen alrededor de 1 millón de calentadores solares de agua al año, principalmente para su mercado interno. En la década de 1990, los científicos chinos desarrollaron el diseño del tubo al vacío como una innovación local de bajo costo. Se estima que las empresas chinas poseen el 95 % de las patentes mundiales para la tecnología básica de calentamiento de agua con energía solar; hay aproximadamente 3000 empresas de producción de calentadores solares en China; muchas de ellas pequeñas y medianas. Es una industria que ha experimentado una década de rápido crecimiento, que parece destinado a continuar. Sin embargo, rara vez se menciona la historia del éxito de los calentadores solares de agua. Millones de clientes chinos valoran los calentadores solares de agua, ya que ofrecen buena calidad y un elevado desempeño a bajo precio. Al mismo tiempo, son ecológicos, reducen la presión durante los momentos de carga máxima (contribuyen así a la seguridad energética) y crean oportunidades de crecimiento económico y empleo, habitualmente en ciudades y pueblos pequeños. Hay una desventaja: si bien los calentadores solares de agua se ven habitualmente en las áreas rurales, no están de moda en las áreas urbanas. Quienes residen en las ciudades los consideran «rurales» y no creen que correspondan a las clases medias urbanas. Los calentadores solares de agua han recibido pocos incentivos financieros nacionales estables desde 1998, cuando se comercializó el diseño con tubos al vacío. Hay pocos subsidios formales de nivel nacional y muy pocas políticas industriales de apoyo para sus fabricantes. El apoyo a través de políticas es más evidente en el nivel local. Sin embargo, las instalaciones y las ventas han aumentado rápidamente en los últimos años, especialmente en las áreas rurales y los pueblos más pequeños. Mientras tanto, el gobierno central chino y sus políticas continúan centrándose en instalaciones solares onerosas de gran escala, en la promoción de proyectos a gran escala de SF y plantas de ETSC. La historia del éxito de los calentadores solares de agua parece estar separada del enfoque del gobierno central y sigue su propia dinámica localizada y descentralizada, impulsada por la demanda de decenas de millones de hogares que requieren dispositivos baratos para calentar el agua en toda China. Sin embargo, esta humilde tecnología está reduciendo las emisiones de CO2 y contribuye a mejorar la participación de los combustibles no fósiles en el consumo primario de energía, favoreciendo así las metas climáticas y energéticas chinas recientemente anunciadas. No obstante, esta tecnología y estas dinámicas no son tratadas formalmente en los documentos clave de las políticas. Los calentadores solares de agua son un signo de que los ciudadanos chinos pueden estar listos para embarcarse activamente en una transición hacia las bajas emisiones de carbono y convertir a la energía solar en su primera opción. Incluir nuevamente a los calentadores solares de agua en las políticas energéticas y climáticas chinas, ayudar a que se popularicen en áreas urbanas e incluirlos en las metas oficiales podría cerrar la brecha entre las políticas de energías renovables de gran escala y centralizadas, relevantes para las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y su enfoque descentralizado de pequeña escala e impulsado por los ciudadanos para los calentadores solares de agua. Mientras la COP 20 llega a su punto máximo, es poco probable que la historia del éxito de los calentadores solares de agua reciba mucha atención. Sin embargo, más de 30 millones de hogares ya han tomado una decisión energética y climática al elegirlos. Ese artículo se publicó por primero vez en chinadialogue.net