Venezuela está en peligro de perder la soberanía de China sobre sus recursos energéticos debido a los préstamos realizados por el país asiático. Esta es la principal conclusión del estudio «China en Venezuela: préstamos para el petróleo«, realizado por la ONG colombiana, Asociación Ambiente y Sociedad. «Pagar la deuda es insostenible en el largo plazo y en el futuro, Venezuela no será capaz de contar con su petróleo para venderlo a otros clientes», advirtió el estudio. Los préstamos solicitados por Venezuela al Banco de Desarrollo de China se pagan con petróleo. Con la caída de los precios del comoddity, el país dirigido por el presidente Nicolás Maduro hoy se encuentra en un punto muerto.
Diálogo Chino realizó una entrevista exclusiva con la autora de la investigación, Ana María Cardona, de la Universidad del Rosario en Colombia.
Diálogo Chino (DC): Ustedes sostienen en el estudio que Venezuela puede llegar a perder su soberanía sobre el petróleo por los acuerdos firmados con China. ¿Al momento de firmar estos acuerdos, Chávez y Maduro no tenían conocimiento del riesgo que podían correr?
Ana María Cardona (AMC): Lo que nos conduce a afirmar que Venezuela puede perder soberanía sobre el petróleo son los choques de mercado que este commodity ha sufrido en los últimos años. Cuando el presidente Chávez contrajo el primer préstamo con China, el precio del petróleo era de 100 dólares por barril y este costo generaba que el pago de la deuda fuera mucho más fácil. Ahora bien, desde el 2014 esto ha cambiado y el precio del barril de petróleo ha caído, lo que da como resultado que Venezuela tenga que destinar su producción a pagar la deuda con China y por lo tanto, no puede destinar dicha producción a otros campos. Este contexto, evidentemente obstaculiza la soberanía que el país latinoamericano tiene sobre el recurso.
En cuanto a si Chávez y Maduro sabían en que estaban metiéndose, al analizar los acuerdos encontrados en relación a la creación de empresas mixtas o los documentos que hablan sobre los préstamos, se ve que gracias a las políticas de nacionalización de empresas que Venezuela ha tenido, en cierta medida ambos presidentes lograron blindarse. Hay que recordar que en su mayoría el 60% de las empresas petroleras mixtas son propiedad del Estado venezolano. En lo relacionado a los préstamos por petróleo, se crearon límites sobre cuantos barriles de petróleo diarios debía enviar Venezuela a China dependiendo del precio del barril.
Sin embargo, no creo que los presidentes se hubieran preparado para una caída del precio del petróleo como la que se ha visto en los últimos años y por lo tanto tampoco consideraron las consecuencias de adquirir este tipo de deuda.
DC: De alguna forma, ¿China ha forzado a Venezuela a firmar los acuerdos?
AMC: En el documento destaco el hecho de que los créditos por petróleo han conducido a que se firmen otro tipo de tratados entre estos dos países y sobre este tema me gustaría que fuéramos muy cuidadosos, porque más que forzar creo que China ha utilizado de una manera correcta el discurso de cooperación como una herramienta en la cual ambos países podían verse beneficiados.
En este caso, China necesita el petróleo para garantizar su seguridad energética y por eso busca a Venezuela como un socio comercial.
Por su parte, para el gobierno venezolano actual, los acercamientos con China permiten alcanzar varios objetivos. En primera medida, le permiten alejarse de EE.UU y crear un nuevo socio comercial. En segundo lugar, los préstamos otorgados por China le dan liquidez al país. Finalmente, para Venezuela suplir con petróleo a China es un paso importante en su búsqueda de la creación de un mundo multipolar. Cuando Chávez empezó la política del “Socialismo del Siglo 21”, su mayor interés era crear un mundo en el cual EE.UU no fuese el actor más importante, sino que hubiesen más polos. Por ello, «ayudar» a China es importante, porque el país asiático tiene todo el perfil para convertirse en una potencia y el cual además tiene un régimen comunista.
Por lo tanto, no creo que Venezuela se haya sentido instigada a seguir firmando tratados con China. El verdadero problema es el no haber advertido la carga que impuso al país con la firma de estos acuerdos.
DC: ¿Este tipo de contrato se ha implementado en otros países latinoamericanos?
AMC: Tengo entendido que este formato de préstamos por petróleo también estuvo vigente en Ecuador.
DC: ¿Qué quiere China con esto? ¿Dominar el subcontinente?
Yo creo que para China el gran objetivo, al menos a corto plazo, no es dominar a Sur América y ocupar el rol de EE.UU debido a que aún hay una brecha cultural muy grande. China tiene que seguir trabajando para cambiar la imagen de un país totalitario y que no respeta los derechos humanos, idea que aún prevalece en el imaginario colectivo de los latinoamericanos.
Por ahora creo que el objetivo de China es un poco más pequeño y se centra en garantizar su seguridad energética. Para garantizarlo es necesario que pueda controlar al menos una parte del mercado de hidrocarburos y por eso es que se acerca a países productores de este recurso.
DC: ¿Como puede salir Venezuela de la trampa en la cual se metió?
AMC: El problema que tiene Venezuela para poder salir de esta trampa es que depende de este tipo de prestamos para mantener la liquidez de dinero. Hoy en día hay pocos Estados que estén dispuestos a comprar deuda venezolana o brindarles préstamos, entonces no es una situación de la que se pueda salir fácilmente.