La primera reunión de importancia entre los líderes chinos y latinoamericanos resultó en un pacto de cooperación más estrecho en materia de comercio, inversión e industria, pero lo más probable es que marque el comienzo de nuevos acuerdos en petróleo y gas en lugar de focalizarse en energía renovable, según han afirmado los analistas, en respuesta a una cumbre que fue tan grande en retórica como breve en datos concretos.
La declaración de China asegurando que las inversiones en América Latina serán más del doble en los próximos 10 años fue el resultado más tangible de una cumbre entre el presidente de China, Xi Jinping, y los líderes de América Latina en Beijing esta semana, aunque se espera que relación evolucione de manera más formal a finales de este año. “Uno más uno es más grande que dos”, habría dicho Xi durante la reunión. La cumbre se realizó a través del primer foro ministerial de China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en Beijing el 8 y el 9 de enero.
1,3%
el crecimiento del intercambio comercial entre China y América Latina en los primeros 11 meses de 2014
Xi sostuvo que el volumen de comercio entre los dos mercados se incrementaría a alrededor de US$500 mil millones a medida que China continúe accediendo a los recursos de petróleo, gas, minerales y productos agrícolas de América Latina y así, extender su influencia política en una región que Estados Unidos ha considerado durante mucho tiempo como su patio trasero. El intercambio comercial entre China y América Latina creció sólo un 1,3% en los primeros 11 meses de 2014 en comparación con el mismo período del año anterior, alcanzando un total de casi US$25 mil millones de dólares. Pero a ambos lados del Pacífico, el objetivo de los líderes es intensificar tanto el nivel de comercio como el fortalecimiento del desarrollo económico como así también los vínculos diplomáticos. Al foro de dos días asistieron cuatro jefes de Estado latinoamericanos y 20 cancilleres de los 33 países miembros de la CELAC, junto a representantes de organizaciones internacionales.
Uno de los principales documentos que surgieron de la cumbre fue un plan de cooperación de cinco años entre China y CELAC en las áreas de seguridad, comercio, inversión, infraestructura, energía, industria, agricultura, ciencia, tecnología e intercambios culturales y educativos. Pero tras haber formulado una promesa histórica en la Cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC), en noviembre del año pasado, destinada a alcanzar el máximo en la disminución de las emisiones de carbono, algunos analistas esperaban que el foro finalmente brinde oportunidades para desarrollar tecnologías bajas en carbono en América Latina. Mientras que tal acuerdo podría surgir en los próximos años, los signos de la cumbre de esta semana son que China sobre América Latina seguirá concentrando el interés en recursos como petróleo y gas, la mayoría de los cuales se extraen de países como Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.
Influencia china en América Latina
China usurpa la menguante influencia de Estados Unidos sobre América Latina para Rhys Jenkins, economista internacional en la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido, la cumbre de esta semana no resultará en un cambio significativo de la relación. “Creo que la cifra de US$ 500 mil millones de inversión para la próxima década es bastante conservadora dado que el comercio entre China y América Latina se ha multiplicado 10 veces en la última década”, dijo. “La diversificación de los suministros de petróleo seguirá siendo un objetivo importante para China, mientras que el acuerdo creará nuevas oportunidades para que las empresas constructoras chinas operen en la región”, agrega Jenkins.
Desde la perspectiva china, estrechar lazos con América Latina tiene un enorme sentido, sobre todo por que incrementó su poder económico en una región cuya tendencia de izquierda en su política exterior logró aminorar la influencia de los Estados Unidos, señala Wu Guoping, experto en América Latina del Instituto de Asuntos Latinoamericanos de la Academia China de Ciencias Sociales. El foro también demostró cómo la naturaleza del financiamiento chino está ayudando a establecer relaciones más íntimas entre China y algunos de sus pares latinoamericanos. “China es un prestamista con mucho dinero y pocas condiciones. Las naciones de América Latina y el Caribe en ocasiones favorecen al financiamiento chino por sobre otro tipo de canales crediticios como los Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) debido a su relativa falta de condiciones”, explicó Margaret Myers, directora del Programa de China y América Latina de Diálogo Interamericano.
China es un prestamista con mucho dinero y pocas condiciones. Las naciones de América Latina y el Caribe en ocasiones favorecen al financiamiento chino por sobre otro tipo de canales crediticios
Con algunos otros lugares que se convierten en oportunidades para el crédito, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró un préstamo de petróleo de US$ 20 mil millones aunque en Beijing, a sólo una etapa de un viaje que incluía una parada en Rusia y luego seguirá a Irán y a otros países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC). Rafael Correa, presidente de Ecuador, también buscó mayores oportunidades crediticias y expresó la necesidad de “impulsar compromisos reales para mitigar la crisis climática”. Cuestión sobre la cual Myers es escéptica. “Es muy difícil considerar seriamente estos anuncios especialmente cuando las compañías petroleras nacionales chinas y ecuatorianas colaboran para explotar algunas de las tierras con mayor biodiversidad en el planeta”, explicó.
Para Guy Edwards, Co-Director del Laboratorio de Clima y Desarrollo en la Universidad de Brown, la fecha de la conferencia – realizada tras las negociaciones sobre el clima lideradas por la ONU en Lima – era el contexto y el momento ideal. “Parece ser que las cuestiones como el desarrollo del clima, del medio ambiente y del bajo carbono no son temas prioritarios para Beijing y podemos ver cómo quienes toman las decisiones en América Latina y China y son los responsables de hacer avanzar esta relación, apartan del debate al cambio climático”, sostuvo. “Aunque todavía tenemos que observar el desarrollo del nuevo Plan de Cooperación 2015-2019 China-América Latina, el Foro surge como una oportunidad perdida para instalar en la agenda un programa de bajas emisiones de carbono”.