El grupo Chalco, un gigante estatal productor de aluminio, ha sido expuesto como contaminador a gran escala en China, sin embargo es alabado en Perú como modelo de inversión extranjera ambientalmente diligente. Expertos ambientales informaron a chinadialogue que las diferencias tan marcadas en el desempeño de una empresa descansan en las diferencias en la legislación y la obligación de su cumplimiento en los países donde opera. Sin embargo, el éxito de las operaciones de la minería de cobre de Chalco en Perú muestra que, después de un difícil período de aclimatación, las empresas chinas son ahora capaces de lidiar rápida y rigurosamente con las preocupaciones ambientales. Durante la visita a Latinoamérica del presidente chino Xi Jinping en julio, el embajador peruano en China, Sr. Gonzalo Gutiérrez, alabó a Chalco como un modelo de inversión extranjera y destacó sus elevados estándares ambientales y su sentido de responsabilidad social: «Espero que esto resulte un ejemplo para los inversores chinos y de otros lugares». Los halagos fueron duramente ganados y representan más que un caso de adulación rutinaria a un gran inversor. Chalco compró Perú Copper en 2007 y adquirió con ella la enorme mina de cobre Toromocho en el altiplano. Costeó la mudanza completa de una ciudad de 5000 personas a un sitio más seguro, a 8 km de distancia de los desechos tóxicos dejados por Peru Copper, e invirtió fuertemente en evaluaciones ambientales. La mina de Toromocho cuenta con 12 millones de toneladas de cobre, equivalentes al 19 % de los depósitos locales totales de cobre en China, según la agencia de noticias Xinhua. Pero en su país, se había demostrado que Chalco contaminaba a gran escala, algo que Xinhua había informado en más de una ocasión. Ha invertido en Guangxi Huayin Aluminium, donde hubo pérdidas en un estanque de almacenamiento de lodos. Los habitantes de la provincia del sudoeste se quejaron porque el derrame los obligó a abandonar sus hogares, contaminó el agua hasta el punto en que dejó de ser potable, e impidió la siembra. La limpieza después del último incidente costó más de 8 millones de yuanes, aunque Huayin solo recibió una multa de 100 000 yuanes. Casos similares han tenido lugar en subsidiarias de Chalco en Shanxi y Lanzhou, en el norte de China. La presión local para el cumplimiento es la clave La discrepancia hizo que los ambientalistas chinos se preguntaran cómo evitar estas diferencias. Wang Canfa, profesor de la Universidad China de Política y Derecho (China University of Politics and Law, CUPL), comentó a chinadialogue que «la legislación y el cumplimiento del país anfitrión determinan cuán seriamente las empresas se ocupan de proteger el ambiente». Si bien todas las empresas prefieren los beneficios a las pérdidas, no se atreven a incumplir leyes estrictas, estrictamente implementadas, agregó. Pero actualmente la mayor parte de las inversiones chinas son en países en desarrollo donde faltan leyes ambientales y la corrupción puede ser un problema. El resultado es que algunas empresas chinas ignoran las cuestiones ambientales, igual que en casa. Hay ejemplos similares de empresas extranjeras que invierten en China e infringen la ley, dice Wang. Para él, Perú tiene buenas leyes ambientales y las hace cumplir, por lo que Chalco no se arriesga allí. Pero en China, donde la coerción es menor, algunas empresas importantes encuentran formas de evitar la regulación y desentenderse de la responsabilidad por la contaminación. Si bien China cuenta con leyes estrictas, su implementación es selectiva y se infringen frecuentemente. El grado en que se hacen cumplir las leyes ambientales en el país anfitrión determina el desempeño ambiental de las empresas, afirma Liu Xiang, director de Litigios en el Centro de Asistencia Legal a las Víctimas de la Contaminación, con base en la CUPL. La ley de protección ambiental recientemente revisada de China es más estricta que nunca, pero ya era estricta, aunque no se hacía cumplir adecuadamente, dice Liu. Por lo general, las empresas han logrado pagar pequeñas multas cuando se las descubría contaminando y las clausuras han sido escasas. Sin embargo, hay señales prometedoras de una mayor aplicación de la ley. Una postura más dura En junio, el Ministerio de Protección Ambiental (MPA) impuso las mayores multas hasta el momento, por las cuales 19 empresas fueron sancionadas con un total de 410 millones de yuanes por usar inadecuadamente equipos de desulfurización. Entre las empresas castigadas había dos grandes grupos de generación eléctrica, Huadian y Datang. Las multas cubrieron el costo de electricidad ahorrada al escatimar en la desulfurización y una compensación por la contaminación resultante. Pero nada se ha dicho sobre las acciones de seguimiento del MPA y la respuesta de algunas empresas ha sido lenta. El grupo Huadian prometió cambios rápidos, pero no especificó en qué consistirán. El grupo Datang informó que la situación actual no era clara. A pesar del cauteloso enfoque de Chalco en Perú, un derrame tóxico en marzo llevó a las autoridades a detener sus actividades. Chalco actualizó rápidamente su equipo de protección ambiental y volvió a funcionar dos semanas más tarde. La empresa inicialmente informó que el incidente no fue grave y el sitio chino de noticias People.com.cn lo describió como «relativamente menor». Las autoridades ambientales peruanas no estuvieron de acuerdo. La directora de supervisión del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental, Delia Morales, informó a Xinhua que la situación identificada constituyó un grave problema de protección ambiental. Los investigadores descubrieron que Chalco no había instalado los sistemas requeridos de recolección y tratamiento de desechos líquidos. La Sra. Morales explico que la oficina descubrió líquidos extremadamente ácidos en dos almacenes de desechos, con pH de 4,8 y 3,25. Esos líquidos estaban siendo vertidos en dos lagos cercanos, uno de ellos ubicado en una reserva de vida salvaje. Ma Jun, director del Instituto de Asuntos Públicos y Ambientales (IAPA), comentó a chinadialogue que la base de datos sobre contaminación del IAPA incluye varios registros de contaminación local de Chalco. Espera que la empresa aplique el enfoque implementado en el extranjero para limpiar su historial. La base de datos sobre contaminación del IAPA muestra que el incidente más reciente de Chalco fue el 10 de junio de 2014: Un juicio contra Chalco Zhongzhou Mining determinó que la empresa había comenzado a operar en una mina sin obtener las autorizaciones ambientales necesarias. Los datos del IAPA permiten al público consultar registros de contaminación de casi 100 000 empresas chinas. Si esas empresas desean que se les quite de la lista, primero deben comportarse bien y cumplir las normas ambientales. Según Ma, el pobre desempeño ambiental local de las empresas chinas se debe a la falta de firmeza de las autoridades, a la dificultad para entablar juicios y a la protección por parte de los gobiernos locales que comparten los intereses de las empresas. Pero agregó que el éxito de Chalco en Perú mostró que después de un período de reveses, aprendizaje y aclimatación, las empresas chinas han mejorado su manejo de las cuestiones ambientales. Interés inteligente En cuanto a lo que se puede aprender del éxito de Chalco, Liu comentó a chinadialogue que nunca había escuchado de una empresa china que dedicara tanto tiempo y dinero a evaluaciones de impacto ambiental: «Chalco gastó 10 millones de dólares, tal vez más que en la evaluación de impacto ambiental de la presa de las Tres Gargantas». Un equipo de especialistas dedicó dos años a la evaluación, dijo Ren Peng, coordinador de proyectos en el Global Environment Institute (GEI). Rubén González-Vincente, profesor adjunto en el Departamento de estudios Asiáticos e Internacionales de la City University of Hong Kong, quien estudia las operaciones de empresas mineras chinas en el extranjero, confirmó que los estándares de las evaluaciones de impacto ambiental de Chalco fueron los más elevados entre las empresas de minería peruanas. Según un informe de China Business News, Chalco pasó por un proceso casi tortuoso para lograr la autorización del proyecto: tan solo para la aprobación gubernamental fueron necesarios 270 permisos distintos de las autoridades locales, incluidos los informes de impacto ambiental y social. Liu Xiang comentó que muchos de los casos de juicios por cuestiones ambientales en los que ha estado involucrado fueron causados por errores en el proceso de evaluación ambiental. Las empresas no quieren sufrir incidentes ambientales, a menudo esos casos no son responsabilidad de la empresa en sí: «Pueden evitarse muchos problemas si las evaluaciones de impacto ambiental se hacen correctamente», dijo. Ma Jun cree que las empresas en China consideran esas evaluaciones como una pérdida de tiempo y dinero, que reduce la rentabilidad de sus inversiones. Por ello, el sistema tiene fallas inherentes y a menudo los informes se falsifican. Jin Jiaman, director del GEI, dijo que las evaluaciones de impacto ambiental en China solo se hacen para cumplir con las formalidades, o sencillamente no se hacen y se pagan pequeñas multas por ello. Pero en el extranjero, cualquier problema con las evaluaciones puede dar como resultado que el proyecto sea detenido y la empresa sufra enormes pérdidas, por lo que Chalco invirtió fuertemente para evitar arriesgarse. Wang cree que las empresas que trabajan bien en el extranjero, como Chalco, deben importar sus prácticas a China. «Pero hasta ahora no hay ejemplos de que eso esté ocurriendo». Wang agregó que con el fortalecimiento en la implementación de las normas ambientales, las empresas también deberán cumplir los últimos estándares chinos en países con leyes ambientales insuficientes. Y las leyes ambientales en los países en desarrollo están tornándose más restrictivas: si las empresas cumplen con estándares más elevados inicialmente, no quedarán rezagadas cuando la ley se ponga al día.