La pandemia empañó la presencia de empresarios, impidió la del propio presidente y redujo la cantidad y el tamaño de los stands. Pero Argentina tiene todavía muchas expectativas de intensificar el vínculo con China en el marco de la International Import Exposition (CIIE), en la que será el invitado de honor.
La CIIE es la principal feria de importación del mundo, que China organizará del 5 al 10 de noviembre en Shanghai. Esta será su tercera edición, con la participación de empresas y gobiernos. Para Argentina, es la oportunidad de posicionar más productos en el mercado chino, que en lo que va del año significó el 11% de sus exportaciones.
El presidente Alberto Fernández y el canciller Felipe Solá tenían intenciones hasta último momento de asistir a la feria, según explicaron sus voceros, para resaltar el interés en China como socio estratégico. Sin embargo, los 14 días de cuarentena requeridos al aterrizar en China y el alza en casos en Argentina frenaron el viaje.
“La feria de Shanghai amerita la representación de nuestros productos para hacer intercambios y mesas de negocios. Esta vez hay que hacerlo con los cuidados y las prevenciones que la pandemia nos propone”, declaró el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.
La participación como invitado de honor en la CIIE iba a ser el marco ideal para anunciar acuerdos económicos entre los dos países, nuevos o demorados hace años. El gobierno de Fernández mostró desde su asunción en diciembre de 2019 un vínculo más cercano con China, a diferencia de su antecesor Mauricio Macri, quien puso en pausa proyectos de infraestructura y energía.
Fernández conversó con su homólogo chino Xi Jinping en septiembre y expresó su intención de que Argentina forme parte de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El programa chino de inversión e infraestructura extranjera ya tiene 19 países de América Latina y el Caribe entre sus miembros, pero están pendientes las economías más grandes de la región como Brasil y México.
Del mismo modo, Argentina espera avanzar antes de fin de año en un proyecto de inversión china por US $3.8 millones en granjas de cerdo en el norte del país, cuestionado por organizaciones ambientales. A ello se le suma la posible reactivación de un proyecto para construir lo que sería la cuarta central nuclear del país en Argentina, con tecnología china.
Pero la firma de todos los acuerdos probablemente tendrá que esperar a la reprogramación de la visita presidencial luego de la pandemia. “Eran los temas fundamentales del viaje de Fernández a China, que ahora se hará en 2021”, dijo Patricio Giusto, director ejecutivo del Observatorio Sino Argentino.
La pandemia complicó los planes
En la CIIE, Argentina tiene históricamente tres stands. Pero este año habrá un stand en el pabellón de alimentos y bebidas, bajo el paraguas de la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional de Argentina (AIyCI), y otro del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), pero reducido. No se prevé ahora el stand en el pabellón de los países, en el que se iba a lucir como invitado de honor.
La presencia empresaria y de funcionarios se verá reducida debido a la necesidad de revalidar las visas de turismo o de negocios, de testearse con cinco días de anticipación antes de viajar, hacer 14 días de cuarentena al llegar, y las dificultades logísticas por la falta de vuelos directos y los costos en dólares asociados a un viaje que terminaría implicando más de 20 días para una feria que solamente dura cinco días y que de todos modos ya exige 36 horas para cada trayecto.
Se llevan cortes de carne que no consumimos en el país y a precios que no vamos a pagar nunca
Unas 40 empresas están anotadas para participar en el stand de alimentos y bebidas, según el banco estatal chino ICBC, pero habrá que ver cuántas de ellas podrán viajar. Se prevé que la mayoría participe a través de sus representantes chinos. La feria tiene seis pabellones de productos y servicios, pero Argentina participará solamente en el de alimentos. La presencia de las bodegas será importante, también la de carne y pescado
“Es la feria más importante que tiene China. Tiene un contenido especial porque es la feria en la que compra China. Es una forma de colaborar por los problemas vinculados a la pandemia”, dijo Emma Fontanet, gerente del departamento de promoción del comercio internacional de la Fundación ICBC. “China quiere mostrar que está abierta al mundo, que es un socio potencial del crecimiento de los países y para el desarrollo”.
Por la feria corre un flujo de más de medio millón de compradores y vendedores potenciales, pero muy bien organizado. “En 2019 en el pabellón de Argentina había tanta gente que te faltaba el aire. Va mucha gente. Muchos locales. Porque es la feria para que los chinos compren. China promociona a todas las provincias; hay delegaciones de gobiernos provinciales”, agregó Fontanet.
Para las empresas el contacto hubiera sido fundamental en la CIIE. Pero las trabas cambiarias que rigen en Argentina también encarecen la inversión en la feria: la estadía, invitar a comer a los potenciales compradores, llevar muestras para degustación, folletería, contratar un traductor. Además, el costo de participar en la feria parte de US$1500, difícil de recuperar para las pequeñas empresas.
La carne argentina, dependiente de China
El otro stand será el del IPCVA, lo que muestra la importancia que ganó China para la carne bovina de Argentina. Hoy China es el principal comprador, con un 73% de las toneladas que se exportaron este año.
73%
De las exportaciones de carne vacuna de Argentina este año han ido a China
Jorge Grimberg, consejero del IPCVA, describe a Argentina como dependiente de China en la carne, pero asegura que es una oportunidad que se tiene que aprovechar. “Se llevan cortes que no consumimos en el país y a precios que no vamos a pagar nunca”, sostuvo.
Para Grimberg, la necesidad de proteína animal en China se intensificó después de la crisis de la peste africana porcina, que redujo en un tercio la población de cerdos en el país. Al estar bien posicionada, la carne argentina tiene un gran potencial en el contexto actual, sostiene. “Estamos buscando la manera de establecer una marca argentina”, afirmó.
A diferencia de las ediciones previas, este año el stand del IPCVA será solamente institucional y no contará con la usual parrilla argentina para hacer degustaciones. Por la pandemia, no se permite transitar con carne fresca, lo que impide instalar una parrilla en el stand.
Tenían 25 empresas inscritas, pero los controles por la pandemia redujeron la presencia a dos: Santa Julia y Compañía Central Pampeana.
Vinculación financiera
El ICBC firmó un acuerdo de colaboración con la Agencia de Inversiones de Argentina, que está tácticamente a cargo de la presencia del país en la CIIE. Se trata de un apoyo económico para el stand argentino en la feria y para colaborar con las actividades que se organicen alrededor de la feria en China.
“El acuerdo de cooperación tiene que ver con ayudar a acercar a las compañías al mercado chino”, dijo Mariano Perel, gerente de productos transaccionales de ICBC. La pandemia truncó la posibilidad de hacer una misión comercial de gobernadores para atraer compradores e inversiones a las provincias.
Además, el ICBC en China es uno de los principales sponsors de la feria. “Todas las empresas argentinas que se inscriben en la CIIE tienen una invitación del banco, con la que pueden acceder a seminarios y charlas que se dan en la CIIE: cómo hacer negocios con China, procesos de negocios entre China y Europa, o el desarrollo de la Ruta de la Seda (nombre que también se le da a la Franja y la Ruta)”, explicó Perel.
El banco lanzó, también, en el marco de la CIIE, la plataforma de comercio bilateral ICBC Business Matchmaker. “La empresa argentina puede anotarse, suscribirse, subir sus productos y ver a las contrapartes que tienen que ver con su industria”, dijo Perel. Y puede encontrar información de organismos, de cámaras empresariales de China, que pueden aclarar cómo operar en ese país.
Hoy la oferta de líneas de financiamiento internacional está limitada para Argentina por su crisis macroeconómica. El país acaba de acordar la refinanciación de su deuda con acreedores privados extranjeros y ahora negocia para hacer lo mismo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Una situación no muy buena del país afecta a las transacciones internacionales, pero desde ICBC vemos que los chinos no van tomando decisiones al ritmo del vaivén de la economía, sino que tienen una visión de mediano y largo plazo, y esa estrategia va más allá de la volatilidad”, dijo Perel.