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China debería utilizar financiamiento verde

"Un cinturón, un camino" debe ser sostenible

La iniciativa Un cinturón y un camino (UCUC) de China, componente central del recientemente publicado 13.° Plan Quinquenal – que busca aumentar la influencia y los vínculos comerciales de ese país con otros 60 – podría ser una gran fuente de problemas ambientales a menos que se respalden los proyectos con financiamiento verde, informaron expertos a Diálogo Chino. Bajo la iniciativa UCUC, China planea construir por tierra un Cinturón Económico de la Ruta de la Seda, y un Cinturón Marítimo de la Seda para el Siglo XXI. La iniciativa promocionada con bombos y platillos implica el uso masivo de hormigón, acero, productos químicos y metales comunes. También serán necesarios cientos de miles de trabajadores y un uso monumental del transporte para construir nuevas estaciones de eletricidad, minas, proyectos energéticos, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos para contenedores. Gran parte de estos proyectos, que formarán parte de uno de los mayores auges de la construcción con financiamiento externo en la historia, tendrán lugar en países donde se considera que la supervisión ambiental es endeble (y eso da lugar al temor de que produzcan enormes daños ecológicos). China y los países en la mira para los proyectos de UCUC emiten conjuntamente más de la mitad de los gases de efecto invernadero del mundo, según la Academia China de Ciencias. Xu Qinghua, secretario adjunto del Consejo de China para la Cooperación Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo, afirma que será necesario actuar rápidamente para evitar que inversiones perjudiciales para el medio ambiente queden “aseguradas” durante décadas. “La promoción del desarrollo ecológico en la región no solo requiere un control ambiental eficaz y medidas de tratamiento, sino también el financiamiento que favorezca en una etapa temprana los proyectos más ecológicos”, dijo. Según algunas estimaciones, UCUC sumará 2,500 billones de USD (16,5 billones de yuanes) al comercio de China durante la próxima década, mientras que la empresa auditora PwC calcula que se habían encargado proyectos por más de 250 000 millones de USD para mediados del año pasado. De acuerdo con algunos expertos, China debe implementar criterios crediticios responsables y alentar a los bancos a cumplirlos. El año pasado, WWF China y el Centro para la Cooperación China-ASEAN discutieron por conclusiones que afirmaban que China carece de reglas ambientales claras y supervisión para sus empresas en el extranjero. Dadas las diversas capacidades de los países cubiertos por UCUC, el informe recomendaba que China fomente la transparencia de la información sobre los riesgos sociales y ambientales, e imponga a las instituciones financieras la obligación de firmar estándares internacionales como los Principios de Ecuador. Yin Hong, jefe adjunto del Instituto de Finanzas Urbanas del ICBC (Industrial and Commercial Bank of China), dice que los bancos pueden ayudar a las empresas a gestionar los riesgos ambientales y sociales. Agregó que el ICBC está llevando a cabo pruebas de presión ambiental para cuantificar los riesgos que generan los factores ambientales para las empresas, y para los bancos que les otorgan créditos. El financiamiento verde puede orientar los fondos hacia sectores más ecológicos, en vez de hacia empresas o proyectos que contaminan o consumen demasiada energía y recursos. Esto, afirmó, ayudará a eliminar las empresas que se benefician gracias a la contaminación. Li Lin, director de proyectos de WWF China, dijo que esos riesgos ambientales son todavía más tenidos en cuenta cuando los bancos internacionales toman decisiones de financiamiento. En los informes anuales sobre riesgos mundiales de inversión entre 2007 y 2014, los temas ambientales no estaban entre las cinco principales preocupaciones, pero a partir de 2011, los riesgos ambientales fueron incluidos en los informes de riesgo de ciertos países. De todas formas, Li Lin comentó que su encuesta había detectado que tanto los bancos como los reguladores estaban preocupados porque un exceso de supervisión influya negativamente sobre su competitividad. Intereses a largo plazo Los grupos ambientales internacionales ya están reorientando su foco de atención de las empresas a los bancos que les prestan. Algunas ONG ecuatorianas han solicitado reuniones con seis bancos chinos que están financiando una mina de cobre extremadamente controvertida en ese país. Los observadores internacionales han advertido a los bancos chinos que su falta de normas ambientales está generando una competencia desleal. Si China desea mantener su prestigio internacional, sus bancos tendrán que adoptar políticas verdes. Ma Jun, economista en jefe de la Oficina de Investigaciones del Banco Popular Chino, dijo en una reunión reciente que el financiamiento verde en las inversiones de UCUC beneficiará a las instituciones de inversión chinas en el largo plazo, y que es muy necesario para el desarrollo sostenible. Imagen Para marzo del año pasado, China había invertido 161 000 millones de USD en total en 64 países y territorios (incluido UCUC), lo que representa el 20% de las inversiones chinas en el extranjero, una participación que probablemente experimentará un fuerte crecimiento. La aplicación sistemática de normas de financiamiento verde acallará las preocupaciones de los países anfitriones y protegerá la imagen de China como país responsable, al tiempo que aumentará la eficacia de su poder de persuasión y su papel como potencia mundial cada vez más activa. Los crecientes esfuerzos de China para solucionar una crisis ambiental que avanza sobre varios flancos han elevado el perfil de las finanzas verdes en ese país, y el gobierno afirma que se convertirán en una política nacional. Un paquete de reformas de Civilización ecológica, publicado por primera vez en septiembre del año pasado, favoreció un sistema de financiamiento verde (un propósito reiterado en las discusiones del 13.° Plan Quinquenal). Según algunos observadores, la credibilidad del recientemente constituido Banco Asiático de Inversión para Infraestructura (BAII), liderado por China, dependerá en parte de que reduzca las inversiones en proyectos con emisiones de carbono y de sus criterios crediticios. Mientras tanto, los países que participan en UCUC pueden sufrir crecientes presiones para que demuestren que esas inversiones son sólidas, resilientes y sostenibles. Ese artículo se publicó primero en chinadialogue.net