Pedro Pablo Kuczynski se convertirá en el presidente número 95 en Perú el próximo 28 de julio, tras derrotar a Keiko Fujimori por el 50,1% contra un 49,9% en la contienda electoral más ajustada en la historia del país. Menos de 40.000 votos separan a Kuczynski de Fujimori sobre un total de 17,1 millones de votos emitidos. Fujimori se negó a reconocer la derrota hasta que se haya realizado el recuento total de votos, pero con un recuento manual en un 99,9%, Kuczynski debe ser proclamado presidente hacia el fin de semana. Kuczynski hereda una economía que, aunque no funciona a toda máquina, registró un crecimiento durante 82 meses consecutivos. Su reto será político. Él tendrá que gobernar con una aptitud política que no siempre fue muy evidente durante su campaña electoral, mientras que el movimiento populista de derecha de Fujimori, Fuerza Popular (FP), tendrá una mayoría de dos tercios en el Congreso. En teoría, Kuczynski comparte muchas posiciones políticas con FP pero él está en deuda con los votantes de izquierda quienes le hicieron ganar la elección y en el caso que se olvide de este hecho, se enfrentará a protestas sociales. Fujimori ganó en 14 de los 25 distritos electorales de Perú. Se destacó en el norte, ganando fuertemente en Piura y La Libertad, la segunda y la tercera de las regiones con mayor población en el país, con un 61% de los votos. A pesar de estas derrotas, Kuczynski triplicó su apoyo en esta elección en comparación con la primera vuelta, avanzando de un índice bajo a un meritorio 39% del voto, mientras que Fujimori no logró sumar demasiado apoyo adicional en las dos regiones como lo había obtenido de manera decisiva durante primera ronda. Kuczynski también ganó en la región situada más al norte del país, Loreto y sólo perdió por estrecho margen en Ancash. Los 11 distritos electorales ganados por Kuczynski incluyen Lima (donde se concentra más de un tercio del electorado), aunque allí obtuvo un triunfo por un margen muy pequeño, y ganó de manera enfática en las tres regiones del sur como los poblados de Puno, Cusco y Arequipa. Kuczynski tuvo un promedio de 65,5% en estas tres regiones. También logró enormes victorias en las regiones más pequeñas del sur como Tacna y Moquegua. Es aquí donde realmente se benefició del voto anti-fujimorista y la convocatoria una semana antes de la realización de la segunda ronda hecha por la candidata presidencial de izquierda, Verónika Mendoza, a quien superó en la primera ronda de abril. Mendoza también le ganó a Kuczynski codiciados votos en las regiones del sur de Ayacucho, Huancavelica y Apurímac. Kuczynski perdió por un estrecho margen en Ayacucho, pero ganó en las otras dos regiones a pesar de obtener un magro promedio del 7,7% de los votos en los tres sitios durante de la primera ronda. Esto se produjo gracias a que Mendoza, obtuvo promedio de un poco más del 50% en las tres regiones en la primera ronda. Kuczynski también ganó por un pelo en la cuarta mayor región de Cajamarca. Ubicada en la frontera con Ecuador, Cajamarca es la fortaleza del radical agitador de izquierda Gregorio Santos, el ex gobernador de la región quien se encuentra preso. Kuczynski sólo pudo obtener aquí el 11% de los votos en la primera vuelta.
Resultados de las elecciones presidenciales peruanas por departamento
Keiko Fujimori | Pedro Pablo Kuczynski | |
2da vuelta (1ra vuelta) | 2da vuelta (1ra vuelta) | |
Lima | 49.9 (40.5) | 50.1 (29.9) |
Piura | 61.0 (56.4) | 39.0 (13.1) |
La Libertad | 61.0 (48.9) | 39.0 (14.5) |
Cajamarca | 49.9 (32.3) | 50.1 (11.3) |
Puno | 36.9 (22.7) | 63.1 (8.8) |
Junín | 51.0 (41.2) | 49.0 (23.2) |
Cusco | 34.2 (20.9) | 65.8 (10.3) |
Arequipa | 32.4 (23.9) | 67.6 (27.4) |
Lambayeque | 58.8 (50.2) | 41.2 (16.3) |
Ancash | 51.1 (42.9) | 48.9 (16.0) |
Loreto | 46.1 (36.1) | 53.9 (27.5) |
Callao | 50.03 (40.4) | 49.97 (28.1) |
Huánuco | 51.0 (39.5) | 49.0 (14.4) |
San Martín | 55.8 (49.0) | 44.2 (12.8) |
Ica | 52.8 (44.7) | 47.2 (15.9) |
Ayacucho | 51.5 (31.6) | 48.5 (6.9) |
Huancavelica | 43.0 (26.6) | 57.0 (10.4) |
Ucayali | 60.3 (52.8) | 39.7 (15.3) |
Apurimac | 47.9 (31.2) | 52.1 (5.7) |
Amazonas | 52.5 (43.8) | 47.5 (12.2) |
Tacna | 31.2 (21.0) | 68.8 (15.7) |
Pasco | 49.999 (35.3) | 50.001 (26.1) |
Tumbes | 70.6 (64.6) | 29.4 (12.1) |
Moquegua | 32.1 (24.3) | 67.9 (28.0) |
Madre de Dios | 63.8 (44.4) | 36.3 (9.5) |
Mendoza se apresuró en recordarle a Kuczynski la deuda que tiene con la izquierda por su victoria. Ella acudió a su rescate a último momento para aportarle el voto de la izquierda en las regiones del sur donde ella había ganado cómodamente en la primera ronda, y también pidió el respaldo para Kuczynski en los barrios más pobres de Lima con el fin de persuadir a los votantes sin motivaciones o indecisos y evitar que Perú vuelva a un pasado autoritario bajo Fujimori. “Quisimos bloquear el camino hacia el tráfico de drogas y la violencia”, dijo Mendoza. “Este no fue el apoyo a la plataforma política [de Kuczynski] que difiere enormemente de lo que queremos para el país.” Aún con todo este apoyo prestado, sin embargo, fue un triunfo ajustado y quizás el mejor ejemplo sea el resultado en la región central de Pasco, donde Kuczynski ganó por apenas tres votos entre 128.577 electores. A pesar de la aparente polarización geográfica y política, y el estrecho margen de votos, no existieron enfrentamientos violentos entre los seguidores de los partidos rivales y ambos candidatos esperaron el anuncio del resultado final por parte de las autoridades electorales (Oficina Nacional de Procesos Electorales – ONPE) con una notable calma. Tras subrayar inicialmente la necesidad de estar “atentos para que no roben nuestros votos”, Kuczynski dijo que iba a esperar hasta el final antes de cantar victoria (y Fujimori antes de reconocer la derrota). La ONPE está habitualmente en condiciones de declarar el resultado final mucho antes, pero ante la escasa diferencia entre ambos candidatos fue necesario esperar hasta que las urnas lleguen a los centros de cálculo desde áreas remotas como la selva y trasladadas a pie y en canoa. Como la ventaja de Kuczynski era puesta en duda de manera constante, la atención se desplazó al gran voto extraterritorial (3,8% del total del electorado), que comenzó a influir de manera decisiva. Cuando los resultados llegaron fueron casi tan estrechos como la votación nacional. Kuczynski ganó por un 50,7% contra un 49,3% de un total de 327.000 votos emitidos en el extranjero (una diferencia de poco menos de 5.000). Fujimori ganó por tres puntos porcentuales en los EE.UU., que compone aproximadamente el 70% de los votos de expatriados, pero Kuczynski fue el claro ganador en Europa (58% – 42%). Con una ventaja de Kuczynski todavía (y por el momento) intacta, el jefe de la ONPE, Mariano Cucho, anunció que el voto de la principal región productora de coca, en Apurímac, Ene y los ríos del valle del Mantaro (VRAEM), donde Mendoza, había ganado de manera crucial en el primera ronda, aún no se habían contado. Parecía como una confirmación final del papel fundamental que había desempeñado Mendoza en la segunda vuelta de Kuczynski. Con su trabajo cumplido, Mendoza rápidamente anunció que su partido de izquierda Frente Amplio (FA), actuará como oposición a la administración entrante Kuczynski en el Congreso. La FA nunca hubiera sido un aliado natural para Kuczynski, e igualmente carece de suficiente poder, después de haber ganado sólo 20 escaños en el Congreso entre los 130 bancas en la elección de abril pasado. Por lo tanto, tendrá que trabajar con FP de Fujimori, con el que tiene mucho más en común, sobre todo económicamente. Pero existe el riesgo de enfurecer a muchos de los votantes de izquierda y a los anti-fujimoristas, quienes permitieron el triunfo de Kuczynski y es probable que deba enfrentar protestas sociales a menos que satisfaga algunas de sus demandas. “Nosotros aborrecemos la dictadura y amamos el diálogo; vamos a hablar con todos”, dijo Kuczynski, y es justamente en el “diálogo” en donde claramente tendrá que sobresalir. Peruanos por el Cambio (PPK) de Kuczynski tendrá sólo 18 escaños en el Congreso. FP tendrá 73 escaños. A diferencia de la mayoría de los partidos políticos del Perú, FP logró mostrar una considerable unidad y cohesión. Después de una segunda derrota electoral por un mínimo margen para Fujimori, sin embargo, el partido podría sucumbir ante a algunas luchas internas. Los medios locales señalaron rápidamente que Kenji Fujimori no había ido al centro de votación para votar por su hermana. Kenji, que fue elegido con más votos que cualquier otro diputado por segunda vez consecutiva en abril pasado, no se pronunció sobre su decisión, lo que parece confirmar cuán tensas se han convertido las relaciones familiares. Después de la primera ronda Keiko dijo que “en el año 2021 no habrá ningún candidato con el apellido Fujimori,” en un esfuerzo por aliviar las preocupaciones de los votantes que temían un retorno de una dinastía fujimorismo autoritaria, sólo para ser refutada abiertamente por Kenji, quien había dicho que si ella no podía ganar, se podría presentar en el 2021. El nuevo gobierno La incertidumbre que rodea el resultado final significa que no ha habido ninguna discusión todavía acerca de quienes podrían conformar el gabinete de Kuczynski, y este será un acto de difícil equilibrio. Naturalmente inclinado hacia los tecnócratas, Kuczynski sabrá que, si bien éstos serían de gran interés para el sector privado, que apoyará su gobierno, muchos de ellos podrían perjudicar a la izquierda que le dio la victoria. Después de haber participado en los dos gobiernos de Acción Popular y Perú Posible, Kuczynski no sólo nombrará a ministros de las filas de PPK, pero lo que está claro es que él tendrá que elegir un primer ministro capaz de manejar la división política del Perú. La diputada de Fuerza Popular, María Luisa Cuculiza, criticó la decisión de Kenji Fujimori de no votar por su hermana el 5 de junio. “No sé cuál fue su motivo, pero para mí fue una barbaridad, un error total. Yo habría ido a votar incluso si estuviera confinada a una silla de ruedas “, dijo Cuculiza. El equipo de transición de Pedro Pablo Kuczynski estará compuesto por el primer y segundo candidato a la vicepresidencia, Martín Vizcarra y Mercedes Aráoz, su principal asesora económico (y futura ministro de Economía) Alfredo Thorne, Gino Costa, ex ministro del Interior (2002-2003) y Fiorella Molinelli, su asesor en la modernización del estado. Ese artículo se publicó primero en Latin News