Más de 500 barcos de bandera china podrían pronto arribar al oeste de Montevideo, Uruguay debido al proyecto ya confirmado de la empresa Shandong BaoMa de instalar una zona franca con puerto, astillero y planta para procesamiento y congelado de pescado.
El emprendimiento de US$200 millones se realizará en un predio de 28 hectáreas en la zona de Punta Yeguas, un área mayormente rural y con un parque público, y podría tener graves consecuencias para el ecosistema marino del Atlántico Sur, hoy amenazado por la sobrepesca y la pesca ilegal.
El predio, ya adquirido por la empresa china, contará con un muelle de 800 metros de largo, donde podrán aparcar barcos de hasta 50.000 toneladas, de acuerdo con mapas a los que accedió Diálogo Chino. Al ser una zona franca, permitiría que los barcos operen sin control del gobierno uruguayo.
“Los barcos chinos son de los más beneficiados de la pesca no declarada del Atlántico Sur. Por eso nos preguntamos qué garantías nos da este proyecto. Es uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y podría verse afectado”, sostuvo Rodrigo García, fundador de la ONG Oceanosanos.
Flotas pesqueras internacionales, muchas ilegales y no registradas, regularmente visitan la costa de Uruguay y Argentina en busca de las grandes poblaciones de calamar. Ese mismo animal es un eslabón clave en las cadenas alimentarias de los ecosistemas marinos.
La pesca del calamar no sólo impacta a esa especie sino también a otras poblaciones de peces, delfines y albatros que son atrapadas por accidente por los barcos pesqueros. A eso se le suma la descarga de sustancias contaminantes de los barcos y sus consecuencias ambientales.
Un lugar de riesgo
El puerto de Montevideo es el segundo mayor del mundo en la recepción de pesca ilegal, de acuerdo con informes de Oceana y Oceanosanos. Además, según datos de la Administración Nacional de Puertos de Uruguay (ANP), desde el año 2013 se registra la descarga de un tripulante muerto por mes proveniente de estas embarcaciones.
“Respetamos la pesca, son lugares de trabajo para muchos. Cualquier barco puede entrar al puerto de Montevideo, excepto con el delito,” afirmó Juan José Domínguez, vicepresidente de la ANP. “Se necesita una policía mundial para controlar lo que puede estar pasando con la pesca, nosotros sólo somos espectadores”.
El presidente de Shandong BaoMa, Jian Hongjun, presentó el proyecto en diciembre en Montevideo junto a representantes de la empresa uruguaya CSI Ingenieros, su socio local. Para avanzar, deberán cambiar la zonificación de la zona, que deberá pasar de ser considerada rural a ser portuaria.
Con sede en China, Shandong BaoMa tiene alrededor de 4000 empleados y se especializa en distintos rubros, la mayoría de ellos ligados al mar, tales como la pesca, la elaboración de harina de pescado y la gestión de terminales portuarias. Además, ha incursionado en infraestructura para explotaciones mineras.
Diálogo Chino se comunicó con ambas empresas involucradas en el proyecto en Uruguay y no obtuvo respuesta.
“Es una zona costera que no es productiva, lo más cercano que tiene es un asentamiento irregular de personas y pequeñas chacras. El proyecto generará 300 puestos de trabajo durante la obra y desarrollará más la zona”, sostuvo Gabriel Otero, alcalde del Municipio A de Montevideo, zona en la que se ubicará el proyecto.
El emprendimiento se ubicará cerca de los barrios Santa Catalina y Pajas Blancas y del Parque Público Punta Yeguas, un área de 113 hectáreas recuperada por la Intendencia de Montevideo para uso público en 2006. Es frecuentemente utilizado por sus playas y zonas de esparcimiento.
Rechazo en aumento
Al enterarse del proyecto, los vecinos de la zona decidieron organizarse para hacer escuchar su voz y evitar que se avance con la obra. Han solicitado reuniones con diversos órganos de gobierno en Uruguay para obtener más información y resaltar los efectos sociales y ambientales que podría tener el puerto en la zona.
“Nos enteramos de todo esto a través de un artículo de prensa, todo a nuestras espaldas. Por eso nos empezamos a juntar y organizarnos. Se está decidiendo sobre bienes comunes que nos pertenecen a todos y los venden por poco dinero para pagar favores”, afirmó Nieves Cancela, vecina de la zona.
Al mismo tiempo, José Martínez, vecino y trabajador portuario, agregó: “Vivo hace 40 años en la zona y tengo un sentido de pertenencia y respeto por el lugar. El daño social y ambiental de proyectos de este tipo nunca se tiene en cuenta. Esperan que reaccionemos cuando está todo hecho.”
A las preocupaciones se suma el impacto que podría tener el puerto en los pescadores artesanales de la zona. Luis Soria, vecino y pescador artesanal, advierte que su actividad ya se ha visto afectada en los últimos años por la pesca ilegal y la sobrepesca y que al sumarle el puerto verán perjudicado su trabajo.
“No vamos a poder pescar más en la zona. Se va a restringir la navegación y no nos vamos a poder acercar. Es todo pérdida para nosotros, le estamos entregando parte de nuestra soberanía a un país que está del otro lado del mundo. No tiene sentido,” afirmó.
Relaciones cercanas
La decisión de Shandong BaoMa de instalarse en Montevideo no es casual. Desde su asunción en 2015, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez ha buscado un mayor acercamiento a China, incluso deseando la firma de un tratado de libre comercio entre ambos países.
El presidente de China, Xi Jinping, y el de Uruguay sellaron un acuerdo de asociación estratégica entre los dos países en el año 2016. Desde entonces, muchos han sido los avances y los acercamientos. Al mismo tiempo, en 2018, Uruguay se convirtió en el primer país del Mercosur en formar parte de la iniciativa Una Franja, Una Ruta de China que prevé mayores inversiones.
Los puertos de Brasil tienen problemas de capacidad y los de Argentina no pueden tomar barcos grandes. El de Montevideo tiene mucho potencial
“Le pregunté muchas veces a los embajadores chinos por qué aprecian a Uruguay. Tiene que ver con que hacen muchos negocios con Brasil y Argentina, pero necesitan un lugar seguro donde la parte legal sea muy clara y eso es Uruguay”, sostuvo Gabriel Rozman, presidente de la Cámara de Comercio Uruguaya-China.
12%
aumento anual en promedio de las expotaciones uruguayas hacia China entre 2012 y 2017
Dentro del ranking de destinos de exportación de Uruguay, China ocupó el primer lugar en año pasado, con ventas que superaron los US$2 mil millones (incluyendo desde Zonas Francas). Las exportaciones hacia el mercado chino aumentaron un 12% anual en promedio entre 2012 y 2017.
Las exportaciones uruguayas consisten principalemente en productos como soja, madera, carne premium, lana, pescado y leche. Del otro lado, China envía a Uruguay manufacturas industriales, vehículos automóviles y productos químicos y plásticos, entre otros.
Proyectos de inversión en Uruguay como en el caso de Shandong BaoMa reciben incentivos fiscales y de diverso tipo de parte de Uruguay XXI, la agencia de inversión y promoción de exportaciones del país. Allí fue donde se realizó la presentación del puerto de Punta Yeguas.
“Tenemos la posibilidad de tener un puerto de aguas profundas sobre el Atlántico, algo que Argentina y Brasil no pueden tener. Los puertos de Brasil tienen problemas de capacidad y los de Argentina no pueden tomar barcos grandes. El de Montevideo tiene mucho potencial,” agregó Rozman.