Cuando los funcionarios de la principal agencia de protección ambiental de Brasil desaconsejaron la licitación de bloques petroleros cercanos a un área de protección marina, la respuesta de su responsable, Eduardo Bim, fue: “piénselo nuevamente”.
El secretario ejecutivo del Ministerio de Medio Ambiente le había dicho que este era un tema de “relevancia estratégica”. Días después, escribió un informe revocando a su propio staff, lo que permitió que se realizara la licitación.
El área propuesta para los nuevos bloques es el parque nacional de Abrolhos, la zona más rica de biodiversidad marina en el Océano Atlántico Sur. Es el hábitat de especies de coral endémicas y proporciona un criadero para las ballenas jorobadas y las tortugas marinas verdes.
La noticia llegó como un golpe más para los ambientalistas en Brasil.
La señal está enviando el gobierno es que cualquier ambiente que sea protegido será controlado”, dijo. “Es un incentivo de las actividades económicas a cualquier precio
En noviembre pasado, los votantes eligieron como presidente a Jair Bolsonaro, un político de extrema derecha que considera que la nación ya ha hecho más de lo que le corresponde para la protección del medio ambiente.
Desde que llegó al poder, su equipo ha socavado al Ministerio de Medio Ambiente al recortar su presupuesto y designando como ministro a Ricardo Salles, un abogado que aparenta ser más amigable con las empresas que cometen irregularidades ambientales que con su propio personal.
Carlos Rittl, el secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, un panel brasileño de expertos en cambio climático, calificó el episodio de los bloques petroleros como una muestra de “irresponsabilidad atroz”.
“La señal está enviando el gobierno es que cualquier ambiente que sea protegido será controlado”, dijo. “Es un incentivo de las actividades económicas a cualquier precio”.
La controversia que puede asustar a los inversores
La agencia de protección ambiental de Brasil, Ibama, tiene que aprobar cualquier bloque petrolero propuesto para licitación por la Agencia Nacional de Petróleo (ANP). En este caso, el personal técnico de Ibama falló en contra de la inclusión de siete de los 36 bloques de la lista de ANP para la licitación de octubre.
La anulación de la decisión del personal técnico se reveló el mes pasado a partir de documentos obtenidos por AP y el periódico brasileño O Estado de São Paulo. Estos documentos exhiben un estudio de Ibama respaldando la decisión original ante la advertencia de un potencial derrame de petróleo en uno de los bloques para destruir el parque de Abrolhos, aunque el bloque más cercano se encuentra a 300 kilómetros de distancia.
ANP no reveló si alguna compañía ya había mostrado su interés en ofertar por alguno de los bloques. Pero los observadores de la industria creen que atraerá a muchas de las compañías multinacionales que trabajan en Brasil, como Shell, Chevron y Petrochina. Se estima que los bloques tienen un valor de un poco menos de mil millones de dólares.
US$40 mil millones
ha sido el monto invertido por China en el sector petrolero de Brasil
China ha sido uno de los inversores más prolíficos en el sector petrolero de Brasil, con casi US$40 mil millones dirigidos a proyectos como la construcción de oleoductos y contratos de préstamo a cambio de petróleo.
Pero la exploración de los bloques petroleros offshore no fue hasta hace poco un objetivo para las empresas chinas en Brasil. Sus inversiones en el terreno comenzaron en el 2010, después de que Brasil anunciara el descubrimiento de enormes yacimientos de petróleo debajo de una gruesa capa de corteza de sal enterrada en el fondo del océano. Cinco años después, tres empresas con capital chino ya estaban entre los 10 principales actores en la producción de petróleo y gas de Brasil: Sinochem Petróleo, Repsol Sinopec y Petrogal Brasil.
A principios de mayo, Sheng Jianbo, jefe de país de CNOOC, propiedad de la empresa estatal china China National Offshore Oil Corp, aseguró que su compañía quería expandir la producción en Brasil.
Sin embargo, esta última controversia puede asustar a los inversores. Después de la licitación, las compañías que compran el derecho de explorar los bloques todavía tendrán que obtener un permiso ambiental de Ibama para continuar con su inversión. Interpelado en el Congreso sobre el episodio, Salles dijo que Ibama aún podría rechazar el permiso, lo que significaría una pérdida de inversión.
“Si se declara impracticable, es impracticable”, dijo. “La [compañía] que lo compró quedará fuera de competencia”.
Rafael Schiozer, profesor de finanzas en la universidad Fundación Getúlio Vargas, y experto en la industria petrolera, aseguró que el episodio socavará la confianza que tienen las empresas en la capacidad del gobierno para proporcionar un entorno legalmente seguro para que operen.
“Cuando ANP licita un bloque, quien esté haciendo una oferta se siente seguro de que todo está bien. Obviamente, existe el riesgo geológico [de no encontrar petróleo], pero el riesgo relacionado con el permiso ambiental ya debería estar resuelto “, dijo.
Schiozer sostuvo que la anulación del dictamen oficial agrega otra capa de riesgo a las empresas petroleras. Dijo que no se sorprendería si ningún inversor emitiera una oferta por los bloques próximos a Abrolhos.
Presión sobre Ibama
Brasil había estado mejorando su protección de la biodiversidad marina en los últimos años. En marzo del año pasado, anunció que estaba multiplicando por 16 veces su área marina protegida, creando nuevas unidades de conservación marina con el objetivo de restringir la pesca para proteger la biodiversidad.
Los océanos son la nueva frontera para la protección y conservación del medio ambiente
En marzo, el propio Salles había destacado la necesidad de proteger la vida marina. “Los océanos son la nueva frontera para la protección y conservación del medio ambiente”, dijo en el marco de un discurso ante la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Nairobi.
Pero para Rittl, desde el punto de vista del Observatorio del Clima, ahora está claro que se trató de una declaración vacía. Teme que exista una enorme presión para que Ibama apruebe los permisos ambientales, incluso en contra de la opinión de su personal técnico.
“Esta es una señal de que Ibama es meramente decorativa”, dijo.
Ibama ha estado bajo un intenso ataque bajo la administración de Bolsonaro. El ex jefe de la agencia renunció en enero cuando comenzaron los ataques, su presupuesto se redujo drásticamente y su oficina de prensa se extinguió. En las últimas semanas, el gobierno comenzó a anunciar las operaciones de la agencia para detener la deforestación antes de que ocurran, hecho que, según los críticos, podría socavar gravemente su éxito.
Los ambientalistas creen que Abrolhos solo podría ser el primero, ya que otras áreas protegidas poseen petróleo y gas en sus proximidades. En diciembre del año pasado, Ibama bloqueó una propuesta de Total para perforar petróleo y gas en la desembocadura del río Amazonas.