Océanos

El mundo debe actuar para proteger los montes submarinos del Pacífico

Mientras el Tratado de Alta Mar se estanca, surge la oportunidad de proteger uno de los ecosistemas más frágiles del Pacífico, escribe Felipe Paredes de Oceana Chile
<p>Un &#8220;monstruo de espagueti volador&#8221; (<em>Bathyphysa conifera</em>) en una montaña bajo la dorsal de Salas y Gómez en el Pacífico Sur. Esta cadena montañosa alberga una extraordinaria variedad de especies marinas únicas (Imagen: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute, <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/deed.en">CC BY NC SA</a>)</p>

Un “monstruo de espagueti volador” (Bathyphysa conifera) en una montaña bajo la dorsal de Salas y Gómez en el Pacífico Sur. Esta cadena montañosa alberga una extraordinaria variedad de especies marinas únicas (Imagen: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute, CC BY NC SA)

Ocultas bajo la vasta extensión del Océano Pacífico Sudoriental hay cadenas montañosas submarinas que figuran entre los lugares de mayor riqueza ecológica de la Tierra.

A lo largo de casi 3.000 km desde Rapa Nui, en el Pacífico Sur, hasta las costas del norte de Chile y el sur de Perú, los montes submarinos de las dorsales de Salas y Gómez, y Nazca albergan más de 90 especies consideradas en peligro, casi amenazadas o vulnerables a la extinción, como tiburones, aves marinas, ballenas, tortugas y corales.

Estas cumbres ostentan los niveles más altos jamás registrados de endemismo marino, es decir, especies que se encuentran allí y en ningún otro lugar. Son zonas vitales de reproducción y cría para la vida marina, incluidos el jurel y el calamar gigante de Humboldt, de gran importancia comercial, y tienen un profundo significado cultural para las comunidades insulares del Pacífico.

Caspar octopus on sand
Una especie rara apodada el pulpo Casper, pero que aún no ha sido descrita científicamente, vista en la dorsal de Nazca. La zona cuenta con un endemismo marino extremadamente alto, lo que significa que hay especies que solo viven allí (Imagen: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute, CC BY NC SA)
Bubblegum coral (Paragorgia) covered with Midas touch (Yellow Parazoanthidae)
Corales chicle (Paragorgia.) cubiertos de coral amarillo (Parazoanthidae). Estas especies, que se encuentran en la dorsal de Nazca, son vulnerables a la pesca de arrastre. Más de 90 especies que habitan los montes subarinos de Nazca y Salas y Gómez están consideradas en peligro de extinción, casi amenazadas o vulnerables a la extinción (Imagen: ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute, CC BY NC SA)

A pesar de su lejanía, estos ecosistemas están en peligro. La pesca industrial, incluida la de arrastre de fondo, amenaza con despojar de vida a estas aguas biodiversas antes de que puedan estudiarse o protegerse plenamente. Políticos y activistas han dado pasos hacia la conservación de estos santuarios submarinos. Pero si no se toman medidas urgentes, podrían perderse para siempre.

Un punto de inflexión en la protección de los océanos

En una reciente reunión de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (SPRFMO, por sus siglas en inglés) celebrada en Santiago, los gobiernos dieron un paso adelante al acordar un plan para garantizar la protección de este punto caliente de biodiversidad. Pero el proceso sigue siendo lento.

La SPRFMO es un organismo intergubernamental creado en 2012 para garantizar la sostenibilidad de las poblaciones de peces y el uso responsable de los recursos marinos. Fija límites de capturas, supervisa la pesca y lleva a cabo investigaciones científicas.

Mapa que muestra la ubicación del Dorsal de Nazcal, el Dorsal de  Salas y Gómez, la isla de Rapa Nui y las ZEE de Chile y Perú
(Mapa: Dialogue Earth)

El gobierno chileno ya se ha comprometido a proteger las dorasales que se encuentran en sus aguas nacionales, designando áreas marinas protegidas (AMP) a gran escala que cubren las zonas más críticas. Ahora aboga por conservar la mayor parte de la cadena montañosa de Salas y Gómez, y Nazca. Estas dorsales se encuentran en alta mar, fuera de la jurisdicción de cualquier nación, y están supervisadas por la SPRFMO.

¿Qué comprende alta mar?

La Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar divide el océano en varias zonas que otorgan a los Estados determinados derechos.

Aguas territoriales. Esta franja se extiende 12 millas náuticas desde las costas de un país y pertenece a esa nación.

Zona contigua. Se extiende 12 millas náuticas más allá de las aguas territoriales de un estado, y ese estado tiene algunos derechos determinados.

Zona económica exclusiva (ZEE). Se extiende 200 millas náuticas desde la costa y es donde un país tiene derechos sobre los recursos naturales.

Alta mar. Más allá de las 200 millas náuticas, el área está fuera de la soberanía nacional. Alta mar cubre dos tercios del océano.

Este esfuerzo, respaldado por la Coalición de Arrecifes de Coral de Alta Mar, entre cuyos miembros figuran Oceana (donde trabajo), Conservación Internacional, el Centro Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas y otras ONG, sienta un precedente para esfuerzos más amplios de protección en alta mar. El primer paso fundamental sería el cierre de las pesquerías, que allanará el camino para que estas crestas se conviertan en AMP de alta mar en los próximos años.

Un camino hacia la protección en el Pacífico Sur

El gobierno chileno pidió la protección de las cadenas montañosas en 2021. Para 2022, propuso formalmente a la SPRFMO una prohibición permanente de pesca que cubriera tanto el jurel como el calamar volador de Humboldt. La propuesta se analizó durante una reunión de la SPRFMO celebrada en Ecuador en 2024 y, en un avance significativo, se acordó un mandato para que el comité científico del grupo “recopile y revise toda la información y datos científicos pertinentes sobre la zona y recomiende posibles medidas”.

Un equipo de trabajo está recopilando esta información, con el apoyo de la Coalición para los Arrecifes de Coral de Alta Mar. Basándose en el análisis del equipo de trabajo, el comité científico recomendará opciones de medidas de conservación, incluido el cierre de pesquerías. La propia comisión de la SPRFMO deberá decidir y aprobar una de las opciones.

En la reunión de la SPRFMO de 2025, celebrada en Santiago, la comisión acordó tomar una decisión antes de 2026 sobre la gestión de la región, incluida la veda pesquera presentada inicialmente por el gobierno de Chile.

Dos mujeres examinando muestras
A bordo del buque de investigación Falkor durante una misión científica sobre la dorsal de Salas y Gómez. Un equipo de trabajo está actualmente recopilando datos sobre la zona, para que el comité científico de la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur pueda recomendar medidas de conservación (Imagen: Misha Vallejo Prut / Schmidt Ocean Institute, CC BY NC SA)

Pero necesitamos una acción rápida para salvaguardar este entorno especial bajo la superficie del océano. Con cada expedición a la región, se descubren nuevas especies y aprendemos más sobre lo crítico que es el ecosistema para la salud planetaria. Es nuestra misión garantizar que las dorsales de Salas y Gómez, y Nazca —a pesar de no estar a la vista— no sean olvidadas en las conversaciones que determinan su futuro.

Estamos volcando nuestros esfuerzos en ayudar a la labor del equipo de trabajo, con el apoyo de nuestros socios regionales de investigación, para que el comité científico comprenda la urgente necesidad de protección.

No se puede incumplir el plazo de 2026 para tomar una decisión de gestión, y los gobiernos deben implicar a sus mejores científicos en el proceso.

Un puente entre políticas, conservación e industria

El océano es tan vasto, productivo y biodiverso que tenemos espacio suficiente para tener tanto pesquerías sanas como una parte importante designada como AMP, que, a su vez, ayudan a la pesca. La salvaguarda de los ecosistemas favorece la naturaleza, la regulación del clima, las comunidades costeras y los medios de subsistencia.

La SPRFMO es algo más que un foro político. Es un espacio para demostrar que la conservación y la pesca sostenible pueden ir de la mano en alta mar. Estos esfuerzos no deben verse como fuerzas opuestas.

El Tratado de Alta Mar, acordado en 2023, es un hito histórico que nos permitirá designar AMP en todos los océanos del mundo fuera de las jurisdicciones nacionales. Para que entre en vigor y se convierta en derecho internacional, el tratado debe ser ratificado por 60 países. Actualmente, 21 naciones lo han hecho. Una creciente y unida comunidad de ONG ha unido sus fuerzas en una campaña, Together for the Ocean, que pide a los gobiernos que se comprometan a ratificarlo antes de junio, coincidiendo con la histórica Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se celebrará en Francia.

Alta mar cubre el 43% de nuestro planeta y su protección, en forma de AMP u otras medidas eficaces de conservación basadas en áreas (OECM), es esencial para alcanzar el objetivo acordado a escala mundial de proteger al menos el 30% de los océanos para 2030 (también conocido como 30×30). Hemos visto un aumento de los compromisos, pero actualmente solo el 8,3% de los océanos del mundo están protegidos. La mayor parte está protegida solo de nombre o está tan poco regulada que usualmente se permite que continúen las actividades perjudiciales.

Las naciones deben ahora cumplir sus compromisos 30×30 para aplicar medidas eficaces de protección de los océanos, dando prioridad a las zonas de mayor importancia ecológica y biológica.

Eso es exactamente en lo que estamos trabajando ahora: tender puentes entre la política, la conservación y la industria para proteger los montes submarinos de Salas y Gómez, y Nazca.

Hacemos un llamamiento a los gobiernos para que tomen medidas audaces, basadas en la ciencia, para garantizar una protección duradera de estos refugios submarinos irremplazables para la biodiversidad, empezando por un cierre de las pesquerías a principios de 2026, seguido de medidas urgentes para lograr la designación de AMP en virtud del Tratado de Alta Mar.

-->