Por segunda vez en tres años, Lima encabeza la lista de las ciudades de América Latina con la peor calidad de aire, con niveles contaminantes nocivos en la atmósfera cinco veces por encima de los límites seguros, según los nuevos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la capital peruana, los niveles de PM 2,5 – partículas finas que pueden ser inhaladas y, por lo tanto, se consideran más perjudiciales para la salud – alcanzaron los 51 microgramos por metro cúbico. Las guías de calidad del aire de la OMS establecen en 10 el nivel de seguridad.
Situada entre la cordillera de los Andes y la costa, la geografía de Lima y un incremento en la congestión del tráfico, debido a la creciente cantidad de vehículos privados, han sido señalados como las causas responsables del empeoramiento en la calidad del aire. Sin embargo, Lima cuenta con la humilde posición número 251 en la lista global de los centros urbanos más contaminados. Las posiciones más altas están dominadas por ciudades del centro y sur de Asia y de Africa.
Posicionándose en el segundo lugar del ranking de América Latina con niveles de PM2.5 de 44 se encuentra la capital de Bolivia, La Paz, y la ciudad brasileña Santa Gertrudes, situada a 170 km de la capital de San Pablo y cuyo gobierno ha responsabilizado por estos altos índices a la industria de la cerámica de la ciudad y al transporte.
Un grupo de capitales centroamericanas como San Salvador (El Salvador), Ciudad de Guatemala, y Tegucigalpa (Honduras) también se destacan entre los primeros 10 lugares del ranking en América Latina. En total fueron 102 las ciudades de América Latina incluidas en la lista de la OMS, sobre un total de 2.977.
A pesar de los peligrosos niveles de alta contaminación en muchas ciudades de América Latina, la OMS señala que la calidad del aire urbano en la región no ha empeorando significativamente: no se observó un aumento mayor al 5% en los niveles de contaminantes desde el año 2008. A nivel mundial el aumento promedio es del orden del 8%.
La OMS estima que más del 80% de los habitantes urbanos están expuestos a niveles de calidad del aire por encima de los límites de seguridad y los más afectados son las poblaciones de las ciudades con menores ingresos.