Clima

COP23: ‘Los actores no estatales conducen el autobús’

Estados Unidos está bloqueando los esfuerzos para debatir la acción climática de manera inmediata
<p>(imagem: <a href="https://www.flickr.com/photos/unfccc/38211591771/in/album-72157686187167103/">UNclimatechange</a>)</p>

(imagem: UNclimatechange)

El presidente Trump anunció su intención de retirar al gobierno de los EE.UU. del Acuerdo de París y envió una carta con este anuncio a la CMNUCC, pero ¿qué están haciendo ahora los delegados del gobierno de EE.UU. en las salas de negociación durante la actual cumbre climática en Bonn? Negociando como antes.

“No tenemos instrucciones de hacer ninguna otra cosa”, dijo un delegado del equipo de negociación de EE.UU. a thethirdpole.net bajo la condición de permanecer en el anonimato.

Paul Bledsoe, quien encabezó el equipo climático de la Casa Blanca durante la presidencia de Clinton, dijo: “He estado hablando con miembros de esta delegación (del gobierno de EE. UU.). Esperan que los Estados Unidos regrese al Acuerdo de París en el 2020. Han decidido negociar tal como lo han hecho siempre para que sus intereses estén protegidos mientras tanto”.

Bajo las reglas del Acuerdo de París, ningún país puede retirarse durante los primeros tres años a partir de la fecha en la cual fue ratificado. En este marco, los EE. UU. no pueden comenzar su proceso de retiro antes del 3 de noviembre de 2019, cuando comienza el período de notificación de un año. La fecha más cercana a partir de la cual Estados Unidos puede salir del Acuerdo de París es el 3 de noviembre de 2020, aproximadamente al mismo tiempo en el que los votantes de ese país elegirán a su próximo presidente.

Mientras tanto y tal como suele suceder, el negocio ha sido protagonista de esta cumbre. Estados Unidos bloqueó todos los intentos de los países en desarrollo para discutir qué están haciendo las naciones ricas en este momento para combatir el cambio climático, “mientras tanto la UE, Canadá, Australia y otros países se esconden detrás de Estados Unidos”, dijo el experimentado observador de negociaciones Harjeet Singh, líder mundial en cambio climático de ActionAid International.

En gran parte, debido a la insistencia de los Estados Unidos – primero con George W Bush y luego con Barack Obama – el principio de la CMNUCC que establece que las naciones ricas deberían tomar la mayoría de las acciones para el control de las emisiones de gases de efecto invernadero terminó diluyéndose en el Acuerdo de París. Uno de los principios fundadores de la CMNUCC es “asumir responsabilidades comunes pero diferenciadas y capacidades respectivas”, reconociendo así que, desde el comienzo de la era industrial, las naciones ricas han emitido la mayor parte de los gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera.

El Protocolo de Kyoto, de 1997, se basó en este principio y otorgó la responsabilidad de reducir las emisiones a las naciones industrializadas, esta fue la principal razón por la cual Estados Unidos, bajo la presidencia de George W Bush, se negó a ratificarlo. Mientras negociaban durante el Acuerdo de París, los delegados de Estados Unidos bajo la administración de Obama señalaron reiteradamente que, hoy China es el mayor emisor y la India el tercero. Esta es la razón por la cual, bajo el acuerdo, los 195 países se han comprometido a controlar sus emisiones.

Escribiendo el reglamento

La cumbre climática de este año tiene como objetivo redactar el reglamento del Acuerdo de París, que entrará en vigor en el 2020, y se han producido reiterados enfrentamientos en casi todas las partes del proyecto. En este contexto, sólo tres elementos en la agenda han mostrado algún avance. A menos que los ministros que se encuentran manteniendo reuniones en los últimos tres días de esta cumbre – conocido como Segmento de Alto Nivel – puedan quebrar algunos puntos muertos, el reglamento ingresará al 2018 plagado de paréntesis, esto quiere decir que no habrá acuerdo sobre las propuestas más significantes.

El avance más importante del 15 de noviembre fue en torno a la acción pre-2020. El grupo que negoció este texto finalmente acordó revisar cuánto dinero han aportado las naciones más ricas a las naciones pobres para combatir el cambio climático en 2018 y 2020. También hubo un acuerdo para solicitarle a todos los países desarrollados a que ratifiquen la segunda fase del Protocolo de Kioto, aunque esto puede ser en gran medida una acción simbólica ya que la fase finaliza en el 2020. Es de vital importancia solicitarle a todos los gobiernos que informen a la secretaría de la CMNUCC – el 1 de mayo de 2018 – sobre lo que han hecho para mitigar las emisiones, adaptarse a los efectos del cambio climático y ayudar a otros países a hacer lo mismo, proporcionando financiación y transferencia de tecnología.

Un importante diálogo programado para finales de 2018, para discutir el Acuerdo de París, también abordará las acciones previas al 2020. Habrá un inventario separado de acciones previas al 2020 en la cumbre climática del próximo año en Polonia. Se formarán grupos de trabajo para revisar todos estos temas.

Esto debería ser música para los oídos para la delegación del gobierno indio, que encabezó la demanda para incluir acciones previas al 2020 en la agenda climática. Antes del avance, CK Mishra, secretario del Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático de la India, había dicho a los medios: “CBDR [responsabilidades comunes pero diferenciadas], finanzas climáticas, justicia climática, son cuestiones de equidad, por lo que son fundamentales para nosotros.”

Los líderes de las delegaciones de los cuatro países del BASIC (Brasil, Sudáfrica, India, China) se reunieron en la noche del 13 de noviembre y prepararon una declaración conjunta para decir lo mismo.

Otro acuerdo que ha conformado a la mayoría de los países fue el del control de las emisiones del sector agrícola y así, ayudar a los agricultores a adaptarse a los efectos del cambio climático. El otro es cómo manejar la pérdida y el daño que enfrentan estos efectos, aunque Harjeet Singh describió esta sección del borrador como “muy débil”.

“Los países en desarrollo esperaban que esta cumbre sobre el clima, bajo la presidencia de Fiji, fuera recordada por la concreción de un proceso sólido que ayudará a aquellos que son golpeados por los devastadores efectos de los huracanes y el aumento del nivel del mar”, dijo Singh.

“Querían que el tema de la pérdida y el daño permaneciera en la agenda de todas las futuras conversaciones sobre el clima para que se logren avances significativos. En cambio, los países desarrollados, encabezados por los EE. UU., sólo han ofrecido una consulta única para analizar las finanzas, que no nos llevará demasiado lejos para garantizar que las personas reciban la ayuda necesaria una vez que se vean afectadas. La UE, Canadá y Australia se han estado escondiendo detrás de los EE. UU. Han fallado a Fiji y le han fallado a las personas que se encuentran afectadas por clima en el mundo”.

Finanzas climáticas

La mayoría de los delegados de los países en desarrollo y observadores de ONG responsabilizan al gobierno de los Estados Unidos por los paréntesis y los débiles borradores, acusando a sus delegados de bloquear el acuerdo sobre la mayoría de las acciones que aumentarían la responsabilidad de los países desarrollados. En respuesta, los delegados de los gobiernos de la UE, Canadá y EE. UU. dijeron en repetidas oportunidades que posiblemente no podrían cumplir con las expectativas de pago por parte de los países en desarrollo ante la mitigación de emisiones de gases de efecto invernadero o por adaptación, “porque simplemente no hay suficientes finanzas públicas disponibles”.

Tal como aseguró el experimentado negociador estadounidense “los países en desarrollo deben darse cuenta de que nuestros gobiernos no están en una buena performance financiera. Los únicos lugares en el mundo desde los cuales se pueden generar suficientes finanzas climáticas son los mercados mundiales de bonos y acciones. Hay signos alentadores, a medida que los fondos de pensiones se alejan del carbón y el petróleo”.

El tema del carbón ha llevado a la mayor disputa pública entre el gobierno de los EE. UU. y las organizaciones no gubernamentales (ONG) durante la cumbre. Por primera vez en años, la delegación de los Estados Unidos no ha instalado un pabellón y los delegados han tenido cuidado de mantenerse alejados de las ONG.  La única excepción fue un evento paralelo sobre el carbón, que fue atestado por grupos estadounidenses opuestos a la administración Trump. La mayoría todavía estaban afuera cuando el salón se llenó y decidieron realizar una protesta afuera de la sala a puerta cerrada.

Acción extra oficial de los EE. UU.

Desde el comienzo de la cumbre, las ONG, algunos gobiernos estatales, grupos de expertos y académicos han apuntado que no todos los estadounidenses están de acuerdo con la opinión del presidente Trump sobre el Acuerdo de París. Han montado un “pabellón extraoficial de EE. UU.”, en los jardines fuera del lugar, y han sido anfitriones y participantes de muchos eventos paralelos, un indicio de que los gobiernos estatales han tomado muchas medidas climáticas y planean continuar.

“Con un enfoque de arriba hacia abajo, podemos alcanzar a la masa crítica”, dijo Arnold Schwarzenegger, ex gobernador de California en un evento para líderes locales y regionales. “Cuando Trump se retracta, no significa nada. Cities4Climate [una asociación mundial para lograr el cambio a nivel local y regional] tomará el relevo y liderará la revolución de la energía limpia”.

El ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, reiteró esta declaración: “Dado que Trump no está trabajando para el cambio climático (acción), es aún más importante que las ciudades y los alcaldes tomen la iniciativa. Los Estados-nación tendrán que aumentar su ambición (para enfrentar el cambio climático). Los actores no estatales conducen el autobús”.

Este artículo fue publicado originalmente en The Third Pole